Etiquetas: Rachid M’Barki, Marruecos, Francia, Emmanuelle Macron, interferencia, BFMTV, Sáhara Occidental, Pegasis, Mohamed VI,
El 8 de diciembre, el ex-estrella de BFMTV Rachid M’barki fue acusado de « corrupción pasiva » y « abuso de confianza » en el marco de una amplia investigación sobre las sospechas de injerencia extranjera en la política y los medios de comunicación franceses. Fue despedido el 11 de enero de 2023 por el grupo Alltice, propietario de BFMTV y RMC, tras una investigación interna que se llevó a cabo para determinar si “actuó solo e identificar las disfunciones que permitieron que estas noticias lleguen al aire fuera de todas las normas internas habituales. »
En enero de 2023, fue acusado de haber utilizado la antena de BFMTV para difundir información errónea o muy orientada al servicio de intereses extranjeros, entre 2021 y 2022, sin hacer referencia a su jerarquía, en particular un reportaje sobre la organización de un foro económico Marruecos-España en Dajla, durante el cual utilizó el término “Sáhara marroquí”.
Unos días después, medios marroquíes anunciaron su mudanza a Marruecos para seguir su carrera periodística dentro del grupo Eco Media. Estaba lejos de adivinar que terminaría sucumbiendo a los métodos de custodia. Le Parisien indica que, a pesar de sus conocimientos sobre el tema, el periodista franco-marroquí acabó confesando.
Siempre según el diario francés citado, los investigadores encontraron en el teléfono de M’barki el número RIB de su banco en Marruecos, en el que se descubrieron varias transferencias importantes de dinero.
Reconociendo haber recibido dinero a cambio de sus servicios periodísticos, indicó: “En cinco o seis ocasiones y no fue por una noticia en particular, sino como agradecimiento (…) Al principio me sorprendió un poco y digamos que insistió y terminé aceptando. Cuando el investigador le preguntó por qué aceptó ese dinero la primera vez, Rachid M’Barki respondió: “Sin duda por debilidad. (…) Es una violación, incluso una bofetada, de la ética periodística”.
Le Parisien reporta que la justicia ha descubierto la existencia de una red oculta que influye y corrompe a funcionarios electos y periodistas para llevar a cabo operaciones de desinformación y manipulación de la opinión en beneficio de los Estados y de clientes extranjeros. Otros dos sospechosos están acusados: un lobista y un politólogo especializado en Qatar, sospechosos de ser agentes en Francia de estos misteriosos patrocinadores.
Existen vínculos estrechos y evidentes entre el escándalo de BFMTV y los casos criminales previos que se han revelado anteriormente. En primer lugar, está el caso relacionado con el software espía Pegasus. Este, pagado por los líderes emiratíes por varios millones de dólares a proveedores israelíes, fue regalado gratuitamente a diplomáticos y espías marroquíes. Numerosos periodistas, abogados y activistas saharauis, argelinos, franceses y españoles fueron víctimas de esto.
Este escándalo fue seguido de cerca por el Marruecos-gate, en el que se gastaron decenas de millones de euros en efectivo y lujosos regalos para comprar los votos y las conciencias de varios eurodiputados con el fin de influir en los votos y las posiciones del Parlamento Europeo relativas al contencioso del Sáhara Occidental y el respeto a los derechos humanos.
Esto demuestra que los diplomáticos y los servicios secretos marroquíes recurren sistemáticamente al chantaje y la corrupción para lograr sus objetivos. Ejemplo de ello es, por ejemplo, la anecdótica elección de Marruecos a la presidencia del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, lo cual constituye en sí mismo un deplorable anacronismo e inaceptable inversión de los valores morales y jurídicos.
Este asunto entra en el marco de las medidas adoptadas por el presidente francés Emmanuel Macron como amonestación a las autoridades marroquíes tras haber descubierto que su teléfono móvil estaba pinchado por la DGED con el software israelí Pegasus.
#Marruecos #Francia #Interferencia #RachidMbarki #BFMTV #EcoMedia #corrupción #Sáhara Occidental
Soyez le premier à commenter