Marruecos, España, Frente Polisario, Brahim Gali, Movimiento Saharauis por La Paz, MSP, Hach Ahmed, Sahara Occidental
González Laya afirma que todo sirvió en la crisis con Marruecos: escuchas, denuncias y campañas de prensa
-Un informe del CNI desvela las maniobras de Marruecos en España para alentar una ofensiva judicial y mediática para acosar a Brahim Gali y crear un estado de opinión en la prensa afín a sus intereses.
-Rabat empleó recursos económicos en reactivar todas las denuncias y demandas interpuestas ante la Justicia española contra el Frente Polisario y su líder.
-La exministra de Exteriores insiste en que España, que tiene que tener la capacidad de ejercer una política exterior autónoma, ha sido clara en buscar para el Sáhara Occidental una solución acorde con el Derecho internacional.
La exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya, cesada a raíz de la crisis con Marruecos tras la acogida al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, para ser tratado de Covid-19 en España, afirma que todo sirvió en aquel momento.
La exministra, en declaraciones a El Periódico de España sobre si España cedió ante Marruecos, primero en su destitución y después con el apoyo al plan de autonomía sobre el Sáhara Occidental, no entra en consideraciones y solo dice que es “extremadamente respetuosa con el principio de lealtad” al Gobierno en el que sirvió; respecto de lo que le dijo Pedro Sánchez al cesarla, contesta que “eso queda dentro de la discreción entre el presidente y sus ministros”, y ante la posibilidad de que el espionaje a su teléfono fuese hecho con Pegasus, sistema del que dispone Marruecos, que “esa pregunta hay que dirigirla a quien corresponde”.
Arancha González Laya lo ha dicho el mismo día en que El País desvela un informe del Centro Nacional de Inteligencia que avisó al Gobierno de las maniobras en España de Marruecos tras la acogida al líder saharaui, contra el que alentó una ofensiva “judicial y mediática” con el fin de “acosar” a Gali, “dificultar su movilidad y “crear un estado de opinión en la prensa afín a sus intereses”.
El documento del CNI, de 24 de junio de 2021, asegura que Rabat empleó “bastantes recursos, incluso económicos”, en “reactivar todas las denuncias y demandas” interpuestas ante la Justicia española contra el Frente Polisario y su líder, “además de otras nuevas”, y en “movilizar a la colonia marroquí” para que se manifestara contra la decisión de acoger a Gali, con el objetivo de “presionar al Gobierno de España para conseguir un posicionamiento favorable a Marruecos en el contencioso del Sáhara Occidental”.
COLABORADORES DEL SERVICIO SECRETO MARROQUÍ
El documento incluye un anexo con la identidad de personas y organizaciones supuestas colaboradoras en España de la DGED, el servicio de inteligencia exterior de las Fuerzas Armadas marroquíes, entre ellas la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH), que en 2007 denunció a Gali y a otros líderes del Polisario por genocidio. El CNI asegura que esta asociación está dirigida por la DGED a través de su presidente, Ramdan Mesaud Larbi”, quien lo ha negado a El País.
El informe también cita a la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite), cuya presidenta, Lucia Jiménez, lo rechaza, así como a otras personas supuestamente colaboradoras de los servicios secretos marroquís, entre ellas varios abogados.
Otro de los supuestos colaboradores señalados en la información de El Pais es Fadel Breica, miembro del Movimiento Saharauis por La Paz (MSP), fundado por el excargo del Polisario Hach Ahmed, al que el CNI señala como “pantalla” de los servicios secretos marroquíes. Este movimiento fue calificado por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero –defensor de las tesis marroquíes sobre el Sáhara Occidental-, que participó por videoconferencia en su congreso en octubre de 2020, como la gran esperanza del pueblo saharaui. Tanto Breica como Ahmed niegan cualquier relación con la DGED.
El mismo medio reveló un día antes que los servicios de inteligencia concluyeron que la entrada en mayo del pasado año de miles de inmigrantes irregulares en Ceuta era parte de la estrategia de “presión” de Marruecos para que Madrid reconociera su soberanía sobre la excolonia.
Sin embargo, el periodista Ignacio Cembrero, especializado en el Magreb, asegura en su cuenta de Twitter que el CNI no informó bien al Gobierno de Pedro Sánchez sobre la crisis migratoria de Ceuta y las relaciones con Marruecos, ya que la crisis con Marruecos no empezó en abril de 2021 con la acogida de Gali en España. Afirma que “arrancó el 10/12/2020 cuando Rabat canceló la cumbre con el Gobierno español y dejó salir a miles de inmigrantes a Canarias», información recogida por ECS.
ESCUCHAS, DENUNCIAS Y CAMPAÑAS DE PRENSA
Al ser preguntada González Laya por si Marruecos convirtió la acogida de Gali en un elemento de confrontación contra España y contra ella cuando el problema fue la falta de apoyo del Gobierno al cambio de postura de EEUU sobre el Sáhara adoptado por Donald Trump, la exministra dice que “todo sirvió en aquel momento para enfangar una decisión de carácter humanitario hacia un ciudadano español, que necesitaba una ayuda inmediata”. “Y cuando digo todo, ha sido todo: escuchas, denuncias, campañas, incluidas campañas de prensa. Ha quedado bastante en evidencia”, asegura.
Añade que esta atención humanitaria tiene una larga tradición en nuestra política exterior, “a saharauis y otras muchas otras nacionalidades”, y que “esto lo tenemos que defender con uñas y dientes porque forma parte de nuestra identidad como país”.
Sobre si fue un error acoger a Gali y debió avisar a Marruecos ya que existía un malestar previo sobre el Sáhara, afirma que “España siempre ha sido muy clara en la necesidad de buscar una solución pactada, y esto es muy importante, de acuerdo con el Derecho internacional y apoyando al máximo a Naciones Unidas”, a lo que añade que “España tiene que tener la capacidad de ejercer una política exterior autónoma, buscando siempre las mejores relaciones con sus vecinos”.
Ante el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, afirma que “sólo habrá estabilidad a largo plazo si hay un acuerdo entre las partes” y que “ese pacto se puede alumbrar sólo a través del enviado especial de la ONU”. Si es más difícil ahora, cuando España se ha decantado por una opción, dice que “es más necesario que nunca”.
En referencia al sobreseimiento de las acusaciones contra la exministra por la entrada de Gali, la entrevistadora, Marisol Hernández, plantea a González Laya si cree que Rabat estaba detrás, por dos circunstancias: “Había al menos una acusación con intereses marroquíes y la actuación del juez ha sido muy llamativa. Nunca aceptó ninguno de los argumentos de Exteriores y justo cambió totalmente de criterio una semana antes de que se conociera el acuerdo con Marruecos sobre el Sáhara. La Audiencia ha tumbado toda su investigación”.
La exministra responde que ante este episodio, “ciertamente un tanto curioso”, se queda con la decisión de la Audiencia Provincial de Zaragoza, que ha dicho que fue una decisión de carácter humanitario, que se hizo de acuerdo con la legalidad, y opina: “Tenemos un problema muy serio en nuestro país, que es una judicialización de la política y la creciente politización de la justicia”.
Preguntada si tras el Sáhara la siguiente reclamación de Mohamed VI será Ceuta y Melilla, la respuesta es tajante: “Debemos ser muy claros con quien tenga alguna duda: Ceuta y Melilla forman parte de España y, por tanto, de la UE”.
Contramutis, 07 jun 2022
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