Por: Ignacio Cembrero | 07 de junio de 2012
Una fundación cultural, presidida por un consejero de Mohamed VI, es la que recibe más ayudas pese a no dedicarse a la inmigración
El Ministerio de la Comunidad Marroquí Residente en el Extranjero dispone de una partida presupuestaria para apoyar a su emigración. En España es la Fundación Tres Culturas, con sede en Sevilla, la que recibe la principal subvención de ese ministerio (149.500 euros en 2011 y 90.550 euros en 2010) aunque no se dedica a la inmigración sino a promover la paz y el diálogo. André Azoulay, consejero del rey de Marruecos, es también el presidente delegado de patronato de la fundación. Acaso así se explique la elevada cuantía de la ayuda obtenida.
Con la llegada de los islamistas al Gobierno de Marruecos, en enero, se han introducido ciertas dosis de transparencia en la administración. El Ministerio de Transportes desveló la lista de los beneficiarios de las licencias para operar líneas de autobuses o taxis, designados a dedo por el palacio real, y el Ministerio de la Solidaridad, la Mujer y la Familia hizo otro tanto. Faltan aun unas cuantas por conocer como la de los titulares de las licencias de pesca o las que dan derecho a explotar canteras.
El ministerio encargado de los más de tres millones de emigrantes marroquíes –hasta hace poco era una secretaría de Estado- también ha divulgado recientemente la lista de subvenciones que otorga. Casi un tercio de los 835.000 marroquíes que residen en España viven en Cataluña. De ahí que el grueso de las ayudas vaya a parar a asociaciones de esa comunidad.
El principal beneficiario en Cataluña es la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña (Unió de Centres Culturals Islàmics de Catalunya) que preside el imán Noureddin Ziani. Acompaña con frecuencia al cónsul de Marruecos en algunos de sus desplazamientos y se presenta entonces como “responsable de asuntos religiosos” del Consulado. En los tres últimos años obtuvo 158.700 euros para la enseñanza del árabe y su Operación Al Adha que consiste que ayudar a las familias marroquíes más pobres a disponer durante el Ramadán (mes de ayuno diurno) de los alimentos tradicionales.
En segundo lugar, en Cataluña, figura la asociación Ibn Batuta que consiguió 52.000 euros, entre 2010 y 2011, para un proyecto destinado a mejorar la comunicación con la inmigración. La encabeza Mohamed Chaib, de origen tangerino, que fue durante largos años diputado socialista en el Parlament de Catalunya y miembro al mismo tiempo de la dirección del Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero.
Chaib se negó en 2003 a firmar una petición solicitando la libertad del periodista Ali Lmrabet entonces encarcelado en Salé (Marruecos) y cuya revista satírica (Demain) fue prohibida, según asegura el antiguo preso de conciencia. Lmrabet tiene fuertes vínculos con Cataluña. Su pareja es una profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona.
“Me gustaría saber los criterios que sigue el ministerio a la hora de otorgar subsidios”, se pregunta Mohamed Alami, presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí, con sede en Barcelona. “No me parece razonable que siendo los marroquíes la comunidad inmigrante más analfabeta, con mayor índice de fracaso escolar y que más rechazo suscita, se dedique el dinero público a proporcionar cordero a los más pobres con motivo de las fiestas religiosas”, añade indignado.
A través de la Fundación Mohamed V o del Ministerio de Asuntos Religiosos (Habous) Marruecos también concede subvenciones a otras asociaciones en España, pero sus nombres no han sido divulgados. Retribuye además a unos pocos imanes residentes en España.
Las cantidades otorgadas pueden parecer modestas comparadas con las que recibieron, en años de bonanza, muchas ONG españolas para sacar adelante sus proyectos dentro y fuera de España. Para Marruecos suponen, sin embargo, un gran esfuerzo. Su PIB (153.800 millones de euros en 2011) es ligeramente inferior al de Andalucía.
Tags : Marruecos, España, Islam, musulmanes, comunidad marroquí,
Soyez le premier à commenter