Según el diario digital marroquí Demain, la tan cacareada amenaza terrorista es una puesta en escena orquestada donde los roles están perfectamente distribuidos entre los diferentes actores políticos sometidos al discurso unilateralista majzeniano.
Si el gobierno dice tener miedo del retorno de los marroquíes que combaten en Siria e Irak, se sabe que la mayoría de ellos eran ex-detenidos salafistas. Son los que ahora ocupan cargos de responsabilidad militar en diversas organizaciones yihadistas. Pero, ¿cómo los servicios de Marruecos, de los que se nos dice que nos protegen y están al corriente de cada movimiento de estos elementos utilizando diferentes métodos de vigilancia electrónica y otros, no han podido anticipar este flujo masivo hacia las zonas de conflicto?, se pregunta Demain.
Según el testimonio dado por una persona antes de irse a Siria, un funcionario público (Mouqadem) vino a « tocar a las puertas » de las casas de algunos salafistas en una ciudad en el norte del país para preguntarles si todavía no se han ido! Según esta misma fuente, en un mismo vuelo con destinación a Siria se encontraban cerca de 30 candidatos para la yihad, sin que eso despierte el asombro de la policía en el aeropuerto! Más aún, otra fuente afirma que ciertos elementos de la policía de fronteras confiaron a los candidatos a la yihad durante los controles de identidad, que su ida hacia Siria estaba tolerada pero no su vuelta.
Los servicios de seguridad marroquíes tienen mucho interés en deshacerse de los yihadistas incontrolables e insumisos al modelo de gobernanza local. De hecho, el ministro del Interior ha reconocido en su ponencia que las posibilidades de supervivencia en las zonas de conflicto son mínimas para esos combatientes. Las razones están no solamente liadas al riesgo de ser abatido por el ejército de Bashar Assad, sino también a causa de la guerra fratricida que opone el Estado Islámico a las otras facciones de resistencia laica o cercana a Al-Qaeda.
Para dar sustancia a la amenaza terrorista, los principales medios de comunicación evocan desde hace unos días un comunicado de un grupo que se hace llamar « Unicidad y Yihad en el Magreb » (UJM). En este mensaje, el grupo declara la lealtad al Estado Islámico y lanza amenazas contra personalidades públicas. Sin embargo, expertos en movimientos yihadistas atestan que un grupo con el mismo nombre había sido desmantelado por las autoridades marroquíes en 2006. Este grupo actuaba principalmente en Internet. Su líder, Abderrahime Marzouk purga de una sentencia de veinte años en las cárceles marroquíes. Sus compañeros de celda dicen que es un firme opositor al EI. Otro Salafista, Yassine Amghane, condenado en el mismo grupo, fue condenado a una pena de cinco años. Después de su liberación, pudo llegar a Siria que después abandonó para ser arrestado en Marruecos. Es uno de los 128 marroquíes retornados de Siria en espera de juicio. Recientemente participó junto a otros salafistas en la firma de una carta en la que explicaba las razones de su regreso insistiendo sobre su rechazo a participar en matanzas « entre musulmanes » y sobre el hecho de haberse ido alentado por fatwas emitidas por autoridades religiosas locales.
Según una fuente bien informada, el comunicado del grupo UJM puede ser el trabajo de una manipulación a favor de las partes que desean instaurar un clima de miedo en Marruecos para justificar nuevas olas de detenciones en las filas de la disidencia, ya sean islamistas u otros, tal y como sucedió inmediatamente después de los ataques mortales del 16 de mayo de 2003, donde miles de inocentes marroquíes fueron arrestados e injustamente condenados. Algunos todavía están en la cárcel. La misma fuente, que prefirió guardar el anonimato indicó que el comunicado también puede ser un acto individual que viene « de un militante salafista irresponsable que quiere capitalizar sobre el nombre del grupo UJM desmantelado en 2006 para propagar sus insensateces ».
¿Cómo, después de todos estos hechos, el Ministro del Interior puede venir hoy al Parlamento absolviendo su departamento de toda responsabilidad con la complicidad de algunos grupos parlamentarios y de la prensa agitando la amenaza terrorista y pedir a la sociedad marroquí apoyarle en todas las circunstancias después de tanta laxitud por parte de estos servicios? Es, sin duda alguna, el hospital que se pasa de la caridad!, concluye Demain.
Romain Caillet, experto en el Instituto francés para el Oriente Próximo y especialista del salafismo contemporáneo, en un artículo titulado La influencia de la guerra en Siria sobre la corriente yihadista marroquí, relativiza el riesgo alegado por el ministro del interior marroquí. Según Caillet, Marruecos está lejos de ser la prioridad de los yihadistas marroquíes cuyos objetivos se sitúan en otra parte.
Según fuentes cercanas al Frente Polisario, cada vez que la cuestión del Sáhara Occidental tiene una cita importante con la comunidad internacional, Marruecos lanza señales de peligro terrorista para recordar el papel que jugó el reino de Mohammed VI en la lucha antiterrorista subtratando la tortura en la cárceles marroquíes.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reune en octubre para discutir el tema del Sáhara Occidental. Marruecos se niega a recibir al Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara, Christopher Ross.
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