Historia : Cuando España decidió que el Sáhara ya no era provincia española

Sahara : Inminente reforma de la naturaleza jurídica del la presencia española
Las autoridades competentes españolas estudian, en la actualidad, la reforma de la naturaleza jurídica e la presencia española en el Sáhara, hecho que se espera sea inminente, según se ha informado a Europa Press en círculos políticos de Marruecos:
Aunque no existe confirmación oficial al respecto, se cree que dicha modificación estaría determinada por la actual situación de conexión española con el Sahara, ya que ésta forma parte del territorio nacional como una provincia más.
Dichos círculos agregan que, al mismo tiempo, las autoridades diplomáticas españolas desarrollan una intensa labor en orden a la consecución de una de las posibilidades que estipulaba en señor Piniés en su comunicación a las Naciones Unidas como es la organización de uns Asamblea cuatripartita en la que participen los distintos paises interesados en el tema.
En caso de que fallaran estas soluciones, España está dispuesta a poner en marcha la segunda de las posibilidades en la que se especifica la misma conferencia, pero organizada bajo el auspicio de las Naciones Unidas.
IMPRESIONANTE RELATO DE LOS DOS LIBERADOS A NUESTRO ENVIADO ESPECIAL
Así fue asaltada la patrulla « Domingo » el 11 de mayo último
El soldado Angel Moral murió como un valiente cuando se opuso a los desertores nativos
Publicamos hoy la primera de la crónicas que sobre la situación en el Sahara envía nuestro enviado especial Manuel María Meseguer, redactor de la sección política de ABC de Madridm donde habitualmente firma la información de asociaciones políticas, sin descuidar la entrevista – su gran especialidad, por la que recientemente recibió el premio Manuel del Arco- dará a partir de hoy puntual cuenta de cuanto acongtezca y suponga los postreros días de la presencia española.
El Aaiu, 6 (Madrugada) (De nuestro enviado especial por teléfono) Tra 18 días en poder del F.Polisario y dos jornadas de marcha por el desierto, el cabo Muley Uls El Cori Uld Habit, 28 años, once de ellos dedicados al ejército, y el soldado Mohamed Ali Uld Salec, 38 años, recluta de octubre, se presentaron ante sus compañeros de la Agrupación de Tropas Nómadas de Smara para recibir el asombro, primero, y luego la alegría de quienes les suponían el algún cercano a la frontera de algún país colindante con el Sahara español.
Muley y Mohamed, cabo y soldado, pertenecían a la patrulla « Domingo », formada por dos oficiales, un Sargentom cinco españoles y por 27 soldados saharauis que el día 11 de mayo fue asaltada por 21 de los soldados nativos de la compañía.
Me he trasladado a Smara -tres horas de viaje por carretera- para poder escuchar de los labios de los protagonistas la historia de 20 días sin esperanza, Me he cruzado por el camino con dos « Land-Rover » de saharauism en uno de los cuales la esposa de un soldado que ha desertado de su patrulla. He pasado entre los montes aue llamas « las puertas del Infierno » y he llegado a Smara con la siesta como un toque de silencio cobre la cabeza, para encontrarme con dos hombres que ante la alternativa Frente Polisario o Ejército, optaron por el regreso.
Allí, en la Agrupación de Tropas Nómadas, a la corta sombra de los edificios, rodeados por sus compañeros, los dos nativos se prestaron a la entrevista. Muley Uld El Cori sería quien tomara la palabra. Sus estudios primarios y su agudeza han sido de gran ayuda para localizar algunos de los lugares por los que anduvieron.
Aquel 11 de mayo salieron de Mahbes siete coches de patrulla. El Teniente Fandino llevaba el mando de los cinco primerosm mientras que el sargenri Fuentes se quedaba con Muley Uld Ali y otros soldados como pelotón de apoyo.
Cuando mediada la tarde se reunió el pelotón con la patrulla « Domingo », el teniente había dado órdenes de que se levantara el campamento para pasar la noche en otro puntom norma seguida por cuantas patrullas salen en misión de reconocimiento : acampar en un lugar y vaquear en otro. La decepción de la patrulla « Pedro », cuarenta y ocho horas antes, recomendaba todo tipo de precauciones.
El momento del ataque estaba previsto : justo en el momento en que se terminaron de cargar los coches, 21 de los 27 nativos que formaban la patrulla encañonaron a sus compañeros. Contra los saharauis que no deseaban unirse al F.Polisario, solamente dispararon ante sus pies para amendentarlos. Cuando el soldado español Angel Moral Moral y otros dos compañeros quisieron hacer frente a la agresión, les dispararon a quemarropa. El soldado Moral murió casien el acto, miengtras que sus compañeros resultaron con heridas leves. 
Cuenta Muley : « Nos ataron las manos y nos metieron en los coches »:
En el primer alto del camino se enteran de que ha muerto el soldado que creían gravemente herido. De los otros dos se volvió a saber cuando la Misión de la ONU se le dio garantías de que se restablecían satisfactoriamemnte,
A las nueve y media de la noche vuelbven a detenerse en un lugar que Muley describe como muy montañoso. Comienzan las precauciones de los miembros del Polisario. Envían un coche de reconocimiento y media hora más tarde vuelve un automóvil con tres o cuatro civiles saharauis como ocupantes. Ante las noticias se sienten preocupados por la muerte del soldado. Bajan a los españoles del « Land-Rover » en aue viajaban y los transportan al recién llegado.
Media hora más tarde se detiene la patrulla y sus prisioneros en un campamento ocupado por gran número de polisarios. Todo está a oscuras y de los seis nativos que se enfrentaron con los rebeldes separan a uno y meten al resto en una cueva, provisional dormitorio, hasta que al día siguiente los trasladana la que va a ser su celda durante 17 días.
La comida es mínima para una tropa acostumbrada a su rancho de campaña: pan mojado en agua, aceite y, en algunas ocasiones, pequeñas cantidades de carne hervida.
El aislamiento es total. Para salir de la covachuela han de ha
cerlo sin mirar a los lados. De todas maneras, uno de ellos alcanza a ver a un soldado que cree reconocer al teniente Fandiño. Se escuchan silbatos en la noche, órdenes, voces de mando.
El día 27, 16 días después de su reclusión, les visita un individuo de unos 30 años, acompañado, según Muley, de un « escribiente ». Comienza a preguntarles por sus cooperaciones a favor de España para combatir al Polisario, les interrogan si desean trasladar a sus familiares al campamento o si quieren regresar a España.
Los 5 nativos de la patrulla responden afirmativamente a la última pregunta. Trasladan a dos de sus compañeros a otro lugar, mientras que hacen entrar en la cueva al sargento Baseid, de la patrulla que 48 horas antes, el 9 de mayo, había sufrido una experiencia semejante a la que narra Muley Uld El Cori.
Cuenta Muley que el sargento no mostraba señales de haber sido maltratado. « Entonces nos trqslqdqron a otro sitio y nos metieron en una « benia » (una tienda de campaña similar a una jaima, pero más pequeña y de tela) muy viejam que se encontraba en unas vaguadas, En los alto de uno de los montes se veía una tienda azul grande y a un centinela. Había 7 u 8 hombres más ».
REGRESO DEL CAUTIVERIO
No sabían dónde estaban, aunque por los detalles facilitados por Muley es posible que se tratara de territorio argelino.
Se les dice que necesitan sus pantalones del Ejército y se los cambian por un « serual negro : « Yo no quise hacer el cambio, porque sentía frío, y me lo permitieron ».
Sin decirles unapalabra, son nuevamente trasladados a la cueva que les había servido de cobijo durante su cautiverio. Era el primer día de junio, justamente 24 horqs más tarde de que la misión de las Naciones Unidas, con el señor Simeon Ake al frente, abandonaron Argelia.
El día 2, Muley y Mohamed Ali se enteran de que vana ser puestos en libertad. A las ocho de la tarde son introducidos en un « Land-Rover » civil, sin matrículas, y con una escolta de seis hombres armados, han sido protagonistas de una historia que transmitirán a sus nietos.
Muley, soltero, es hijo de un mutilado de guerra. Su padre luchó en REgulares en la contienda española y vive con su esposa y dos de sus hijos cerca de Aargub, próximo a Villa Cisneros. Mohamed Ali has asistido a la conversación en silencio. Sus padres, su mujer y sus dos hermanas hicieron media fiesta a su regreso. Mataron una cabra y escucharon sus aventuras, La otra cabra la matarán cuando vuelva el otro hermano, también en la patrulla « Domingo » que quedó en poder del Polisario.
FUENTES : 
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1975/06/06/025.html
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/1975/06/06/031.html
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/1975/06/06/032.html

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