Desde hace tiempo hablamos del miedo que domina a Marruecos desde el acceso de François Hollande a la presidencia francesa. Un cambio del que incluso los franceses hablan.
En un artículo publicado el martes por Le Monde, el diario de mayor tirada en Francia, las periodistas francesas Charlotte Bozonnet et Isabelle Mandraud dejaron claro que « a los ojos de Rabat, los aliados tradicionales occidentales, y a su cabeza Francia y los Estados Unidos, ya no se consideran tan seguros como en el pasado, como lo demuestran las recientes tensiones con Washington sobre el tema (del Sahara Occidental) ».
Dominados por el pánico, a pesar de los mensajes enviados por Paris para calmarlos, los marroquíes siempre están al acecho para sondear sobre el tema. Y para ello, tienen a un perro encargado de hacer la guardia en el palacio del Quai dOrsay donde el portavoz del ministerio de asuntos exteriores francés tiene casi diariamente contactos con la prensa sobre los principales temas en las que Francia está directa o indirectamente involucrada.
El 3 de Febrero, el portavoz les decepcionó porque no citó el plan de autonomía marroquí. Hoy, el enviado de la embajada buscaba elogios a la visita del rey Mohamed VI a Mali y la pretendida mediación marroquí en este país subsahariano. Se llevaron otra decepción.
El rey de Marruecos realiza una visita oficial de cinco días a Malí, un país donde Francia intervino para restablecer la seguridad con el apoyo de Marruecos. ¿Cuál es su reacción a la contribución del rey en el proceso de reconciliación nacional iniciado en Malí ?, pregunto el marroquí.
Lo que obtuvo fue una repuesta lejana : » Francia se congratula por la movilización de la comunidad internacional en favor de Mali. La visita del rey de Marruecos a Bamako es una nueva prueba de ello ». Nada más. Enorme decepción para el perro de guardia de su majestad.
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