Marruecos ya no oculta su deseo de hacer partir o al menos trabar la misión del Representante Especial del Secretario General de la ONU, el diplomático americano Christopher Ross. Para ello, y como suele hacerlo, convoca a los órganos de prensa marroquíes que repiten al unísono – lo que demuestra que la campaña está teledirigida desde el Palacio Real – que una « probable dimisión de Christopher Ross se confirma cada vez más por las pocas apariciones del mediador de la ONU que abandonó sus giras tanto al Magreb como a las capitales implicadas en la solución del contencioso del Sáhara Occidental « .
Estos medios, que citan fuentes « bien informadas » afirman que « el enviado personal del Secretario General de la ONU habría preferido tirar la toalla (…) a causa de las condiciones impuestas por Rabat que exige la definición previa de la naturaleza de su mediación « .
Para la prensa sometida a las órdenes del majzén, « Christopher Ross se encontró en la incapacidad de reanudar el ciclo de reuniones infructuosas entre Marruecos y el Frente Polisario”. Pero la realidad es que las autoridades marroquíes llevan a a cabo, en la actualidad, a través de numerosas publicaciones dudosas, una campaña de desinformación para alimentar falsos rumores acerca de esta « probable dimisión » del Enviado Personal para el Sáhara Occidental, el Embajador Christopher Ross, dejando entender que éste hubiera decidido dimitir. “Esto es totalmente falso”, se señala en Naciones Unidas.
La próxima visita a la región del emisario onusino para la cual recibió el acuerdo de principio de los marroquíes sigue en espera y las autoridades marroquíes utilizan todos los subterfugios – la ausencia del rey, el Ramadán, etc. – para no responder a la solicitud del Enviado Personal del Secretario General de la ONU, mientras que el Polisario y los países vecinos, entre ellos Argelia, sí dieron su luz verde, se informa de fuente bien informada.
El objetivo de esta campaña de desinformación es el de camuflar el hecho de que los marroquíes rechazan obstinadamente autorizar el enviado de la ONU para hacer una visita a los territorios saharauis ocupados, porque saben que esta visita será decisiva: tendrá lugar en el marco de la preparación de un informe crucial que será elaborado por Christopher Ross en la perspectiva de su presentación en octubre al Consejo de Seguridad.
Es sobre esta base que el Consejo de Seguridad procederá a la evaluación de las negociaciones que se encuentran estancadas y propondrá un nuevo enfoque y un nuevo mandato para encontrar una solución definitiva a este conflicto. Solución que deberá inevitablemente llevar tanto en el contenido como en la forma a la autodeterminación que deberá aplicarse. Ese giro acabará con todas las esperanzas puestas en la tesis de la autonomía, lo que explica la confusión de Rabat que le lleva a la invectiva y a los indignos ataques contra Argelia.
Para ello, y después de la lamentable salida del jefe de la diplomacia marroquí contra Argelia, que en la realidad no gestiona el caso del Sáhara Occidental ya que esa misión se encuentra en las manos exclusivas del Palacio Real, Marruecos no para de hacer uso de su prensa para desinformar y preparar el terreno a una insidiosa campaña contra Ross, que será amplificada por Mohamed VI y su séquito en el viaje a Washington para participar en la Cumbre de Estados Unidos y África donde Marruecos, que salió de la organización panafricana con la cola entre las patas, fue invitado gracias a la presión de los lobbies que paga con millones de dólares.
Mokhtar Bendib
Le Courrier d’Algérie, 21/07/2014
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