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NACIONES UNIDAS (AP) — Se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU vote el viernes una resolución que respalda la reclamación de Marruecos sobre el disputado Sáhara Occidental, un cambio que se alinea con el apoyo de la administración Trump a Rabat.
Si se aprueba, la resolución ante el máximo órgano de la ONU ofrecería el respaldo más firme hasta ahora al plan de Marruecos para mantener la soberanía sobre el territorio, que también cuenta con el apoyo de la mayoría de los miembros de la Unión Europea y de un número creciente de aliados africanos.
El texto se refiere al plan de Marruecos como base para las negociaciones y elimina la mención de un referéndum de autodeterminación respaldado por la ONU para el pueblo saharaui, apoyado por la vecina Argelia, así como por Rusia y China.
La resolución dice que “una auténtica autonomía bajo soberanía marroquí podría constituir la solución más viable.”
Si se aprueba, la medida renovaría por un año más la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en el Sáhara Occidental, como ha sucedido durante más de tres décadas. Sin embargo, las extensiones anteriores no incluían referencia alguna a la solución preferida por Marruecos y sus aliados.
El Sáhara Occidental es una franja costera desértica rica en fosfatos, del tamaño de Colorado, que estuvo bajo dominio español hasta 1975. Es reclamado tanto por Marruecos como por el Frente Polisario, un grupo independentista que opera desde campamentos de refugiados en el suroeste de Argelia y afirma representar al pueblo saharaui indígena del territorio en disputa.
Los enviados de Trump reafirman su apoyo a Marruecos
La votación se produce pocas semanas después de que el enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff, sacudiera la región al sugerir en el programa “60 Minutes” de CBS que la paz entre Marruecos y Argelia —principal patrocinador del Polisario— podría alcanzarse en 60 días. Los países vecinos no están en guerra, pero no mantienen relaciones diplomáticas desde hace cuatro años.
Massad Boulos, asesor principal de Trump para asuntos africanos, reiteró esta semana en una entrevista con Sky News Arabia el apoyo de EE. UU. al plan marroquí.
La resolución de la ONU llama a todas las partes involucradas a “aprovechar esta oportunidad sin precedentes para una paz duradera.” Dependiendo de los avances, pide al secretario general António Guterres revisar el mandato de la misión de paz en un plazo de seis meses.
Este cambio podría desestabilizar un proceso estancado durante décadas, a pesar de una misión de paz de la ONU que debía ser temporal. Esta semana se han producido manifestaciones en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia, donde los habitantes han prometido no abandonar su lucha por la autodeterminación.
Un estancamiento prolongado
Marruecos controla casi todo el Sáhara Occidental, salvo una estrecha franja conocida como la “zona libre”, situada al este de un muro de arena construido por Marruecos.
El alto el fuego de 1991 debía abrir el camino a un referéndum de autodeterminación, pero los desacuerdos sobre quién podía votar impidieron su realización.
Con el paso de los años, Marruecos ha transformado el territorio disputado, construyendo un puerto de aguas profundas y una autopista de 1 055 kilómetros. Las subvenciones estatales mantienen bajos los precios de los alimentos y la energía, y la población ha crecido a medida que marroquíes se instalan en ciudades como Dajla y El Aaiún.
El Polisario se retiró del alto el fuego en 2020 tras enfrentamientos cerca de una carretera que Marruecos construía hacia Mauritania.
Desde entonces, el grupo ha informado de actividades militares con regularidad, mientras Marruecos ha negado la existencia de un conflicto abierto. La ONU lo califica de “hostilidades de bajo nivel.”
En respuesta al borrador de resolución, el Polisario declaró a principios de semana que no participará en ningún proceso destinado a “legitimar la ocupación militar ilegal de Marruecos,” afirmando que la paz “nunca se logrará recompensando el expansionismo.”
El Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí no respondió a las preguntas antes de la votación.
Crece la presión mientras cambian las prioridades
El conflicto sigue siendo el eje de la diplomacia en el norte de África. Marruecos considera el apoyo a su plan de autonomía como una prueba de lealtad de sus aliados.
En octubre pasado, el enviado de la ONU Staffan de Mistura propuso dividir el Sáhara Occidental, una idea que ambas partes rechazaron. Instó a Marruecos a aclarar en qué consistiría la autonomía y advirtió que la falta de avances podría poner en duda el papel de la ONU y “si aún existe espacio y voluntad para que sigamos siendo útiles.”
El impulso para reevaluar la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental se produce mientras Estados Unidos reduce su financiación a programas y agencias de la ONU, incluidas las operaciones de mantenimiento de la paz.
Los funcionarios estadounidenses están adoptando un enfoque “a la carta” en la financiación, eligiendo qué operaciones y agencias se ajustan a la agenda de Trump y cuáles ya no sirven a los intereses de EE. UU. Argumentan que el presupuesto y las agencias de la ONU están inflados y prometen suspender nuevas contribuciones mientras se revisa cada programa y agencia.
Source : Associated Press, 31/10/2025