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Ahmed Attaf multiplica las consultas en Nueva York sobre el tema del Sáhara Occidental
Al margen del segmento de alto nivel de la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el ministro argelino de Asuntos Exteriores, Ahmed Attaf, mantuvo el miércoles en Nueva York una serie de reuniones centradas en la cuestión del Sáhara Occidental, en vísperas de una secuencia decisiva de la ONU esperada en octubre.
El jefe de la diplomacia argelina se reunió primero con Steffan de Mistura, enviado personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental. Este encuentro prolonga las discusiones mantenidas el 16 de septiembre en Argel y tiene lugar mientras el Consejo de Seguridad debe abordar el próximo mes la renovación del mandato de la misión de la ONU (MINURSO) y el estado del proceso político. Ahmed Attaf reafirmó « el apoyo constante de Argelia a los esfuerzos de las Naciones Unidas para alcanzar un arreglo justo, duradero y definitivo« , que garantice, según la posición de Argel, « el derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación« .
El comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores argelino durante el paso de Staffan de Mistura por Argel, a principios de esta semana, ya especificaba que cualquier proceso de solución debe pasar por negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario.
En el mismo contexto, el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, reiteró el 21 de septiembre, durante su reunión con el enviado de la ONU en Chahid El-Hafedh, que « toda solución que no respete la voluntad del pueblo saharaui será totalmente rechazada« . Subrayó la determinación del Frente Polisario de « continuar su cooperación con los esfuerzos de las Naciones Unidas y de la Unión Africana con vistas a alcanzar una solución pacífica, justa y duradera, que permita la descolonización del Sáhara Occidental« . Brahim Ghali insistió en que « la única vía para la realización de un arreglo pacífico, justo y duradero pasa por el ejercicio del pueblo saharaui de su derecho inalienable e imprescriptible a la autodeterminación y a la independencia, en total libertad y democracia« , al tiempo que exhortó a la ONU, y particularmente al Consejo de Seguridad, a tomar las medidas necesarias para permitir a la MINURSO « ejecutar su mandato y organizar un referéndum libre y justo, bajo la supervisión de las Naciones Unidas, para la culminación de la descolonización en el Sáhara Occidental« .
En un segundo momento, el MAE argelino, Ahmed Attaf, se reunió con Messaoud Boulos, asesor especial del presidente estadounidense para asuntos africanos.
Este intercambio permitió revisar el diálogo estratégico bilateral y las perspectivas de cooperación económica entre Argel y Washington, así como los principales temas regionales. La formulación del comunicado da a entender, además, que la cuestión del Sáhara Occidental también fue abordada, siendo Washington un actor clave de las discusiones en el seno del Consejo de Seguridad. Y Donald Trump ya había expresado su apoyo al plan marroquí para el Sáhara Occidental a cambio de una firma por Rabat de los Acuerdos de Abraham. Esto fue durante su primer mandato.
Según los observadores, esta reunión también se inscribe en un contexto de presiones diplomáticas estadounidenses de larga data. De hecho, Estados Unidos ha trabajado durante años para empujar a Argelia hacia un marco de negociación o a apoyar el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, adoptando una posición más cercana a Rabat.
Este tema ya había estado en el centro de las reuniones de Messaoud Boulos durante su visita a Argel en julio, donde había animado a Argelia a unirse o a incitar al Frente Polisario a alinearse con las posiciones apoyadas por Washington.
En abril de 2025, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio había reafirmado, además, después de una reunión con su homólogo marroquí Nasser Bourita, que « la única solución » al diferendo sobre el Sáhara Occidental debía basarse en la propuesta marroquí de autonomía, reiterando así el reconocimiento estadounidense de la soberanía de Marruecos sobre este territorio. Estados Unidos, como muchos países occidentales, estima que la persistencia del conflicto y la ruptura diplomática entre Argelia y Marruecos perjudican la estabilidad regional, debilitan la cooperación en seguridad en el Sahel y frenan las perspectivas de integración económica y de seguridad en África del Norte.
Estas consultas en Nueva York ilustran la voluntad de Argel de reforzar sus apoyos diplomáticos y de influir en el proceso de solución del diferendo que opone a Marruecos y al Frente Polisario sobre el Sáhara Occidental.
A la vez que reafirma su apego al derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y califica la cuestión del Sáhara Occidental como un problema de descolonización, Argelia insiste en que no se considera una parte directamente involucrada en el conflicto Y sigue negando una respuesta positiva a las demandas del Polisario para obtener drones capaces de invertir la situación militar actual juzgada como favorable a Marruecos. A cambio, EEUU impide que Marruecos expulse a la MINURSO y extiende su control a los territorios liberados del Sahara Occidental.