En un artículo pulicado hoy por El Confidencial, Ignacio Cembrero aborda las aspiraciones de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y su relación con Estados Unidos, especialmente durante la administración de Donald Trump.
En 2020, Trump reconoció la presunta soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, a cambio de que Marruecos estableciera relaciones diplomáticas con Israel como parte de los Acuerdos de Abraham.
Ahora, Rabat espera que Trump impulse lo que los marroquies llaman « causa nacional » y logre un reconocimiento internacional definitivo de su control sobre el Sáhara Occidental, posiblemente mediante una conferencia internacional en Emiratos Árabes Unidos (EAU) en abril, aunque se duda que se cumpla esa fecha.
Además, el texto menciona el interés de Estados Unidos en que Marruecos desempeñe un papel en Gaza tras el conflicto, posiblemente como parte de una fuerza de paz.
Sin embargo, el plan de Trump para Gaza parece centrarse en reubicar a los palestinos en otros lugares, como Marruecos, Puntlandia o Somalilandia, algo que Rabat rechazó tras cuatro días de silencio.
Marruecos, que ha visto protestas masivas contra la invasión israelí de Gaza, también enfrenta el riesgo de una posible invasión de la franja oriental del Sáhara, controlada por el Frente Polisario, aunque se considera improbable un conflicto directo con Argelia.
Según esta publicación, Marruecos busca consolidar su posición en el Sáhara Occidental y mantener su relación con Estados Unidos, mientras evita comprometerse con planes controvertidos en Gaza.
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