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Declaración del Representante Permanente de Argelia ante las Naciones Unidas tras la votación del Consejo de Seguridad sobre la Resolución S/2024/796 que prorroga el mandato de la MINURSO:
Argelia ha decidido, con plena conciencia y responsabilidad, no participar en la votación de esta resolución por una serie de razones que voy a explicar ahora. En primer lugar, debido, digámoslo, a la actitud del « pen-holder » o encargado de redactar. Durante estas últimas semanas, nuestras observaciones, aunque meticulosamente documentadas y basadas en un lenguaje acordado dentro del Consejo de Seguridad, no fueron tomadas en cuenta.
Dicho claramente, fueron deliberadamente ignoradas. Esto nos sorprendió, ya que está en flagrante contradicción con las disposiciones de las notas 1607 y 945 sobre los métodos de trabajo dentro de este Consejo de Seguridad. Hablo bajo el control de mi colega japonés, quien preside el comité sobre los métodos de trabajo y que exige del encargado de la redacción escucha, equidad y transparencia en la consideración de las posiciones expresadas por los miembros del Consejo.
Voy a ir más allá. Esto es lo que dicen estas notas: « Los miembros del Consejo de Seguridad alientan a los redactores a llevar a cabo las negociaciones de manera inclusiva y respetuosa:
- Mostrando objetividad e imparcialidad durante el proceso de redacción y negociación, privilegiando la búsqueda de consenso y favoreciendo la unidad del Consejo.
- Asegurando, tan pronto como sea posible, en el ejercicio de redacción, un intercambio de información entre todos los miembros del Consejo y llevando a cabo consultas en tiempo oportuno con todos los miembros del Consejo. »
¿Ha sucedido esto? ¡No! No ha sido en absoluto el caso en lo que respecta al proceso de redacción de esta resolución. Por el contrario, hemos sido testigos de promesas no cumplidas. Hemos presenciado dilaciones y todos ustedes han sido testigos de estas promesas incumplidas y de estas dilaciones, incluso con la propuesta en dos ocasiones de la resolución del año pasado con una simple actualización técnica a cambio de la cancelación de la reunión al nivel de representantes permanentes que yo había convocado para discutir la cuestión del Sahara Occidental en un nivel apropiado.
Ayer, y elijo mis palabras, con el representante del encargado de la redacción, acordamos un texto que debía entregarse dos horas después como texto final. Esperamos hasta las 17:30 para descubrir que el encargado de la redacción circuló un proyecto de resolución que no contenía en absoluto los elementos que habían sido acordados.
Si les cuento esto, y elijo mis palabras, es para cuestionar la manera en que el encargado de la redacción ha cumplido su misión, o más bien no la ha cumplido, porque la votación de esta resolución no cambia en nada los elementos fundamentales del problema y plantea de manera totalmente legítima, al menos para Argelia y de manera evidente, la cuestión de la confianza en la imparcialidad de quien debe ser el encargado de la redacción de la resolución sobre el Sahara Occidental.
Voy a pasar a otro tema. Los fundamentos de la cuestión del Sahara Occidental, que es una de las más antiguas en la agenda del Consejo de Seguridad, y que ha experimentado, reconozcámoslo, una deriva en su consideración por parte del Consejo de Seguridad. Sin embargo, este Consejo no ignora y reitera cada vez que la cuestión del Sahara Occidental es una cuestión de descolonización, pero la cuestión se está perdiendo en el desierto con un pueblo saharaui que sufre en una situación de refugiado a largo plazo. Sin embargo, lo que existe entre nosotros, aquí, es el derecho internacional, es el derecho humanitario internacional, que hemos jurado implementar y aplicar. Este derecho internacional es reafirmado constantemente por instancias judiciales internacionales y regionales.
Hace menos de un año, hace unos meses, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea estableció de manera irrefutable el carácter ilegal, subrayo, « ilegal » de los acuerdos firmados entre Marruecos y la UE en violación del consentimiento del pueblo del Sahara Occidental y de su soberanía sobre sus recursos naturales. Todo esto es ignorado por la resolución.
La semana pasada, aquí en Nueva York, el presidente de la Corte Internacional de Justicia declaró: « La opinión consultiva sobre el Sahara Occidental de 1975 elevó el derecho a la autodeterminación más allá de un simple principio orientador para consagrarlo como un derecho fundamental e inalienable de los pueblos, tal como lo establece la resolución 1514 de la Asamblea General de las Naciones Unidas ».
Y nuestro Consejo, para mantener su credibilidad, no debe desviar su atención de estas normas fundamentales del Derecho Internacional.
Dos cuestiones entre otras en esta resolución: Se ha hablado mucho de mesas redondas en las que ya no nos reunimos desde hace varios años, pero que algunos sugieren como una posible salida para la resolución de esta cuestión. No es la mesa redonda lo que se cuestiona, sino la naturaleza de los temas que se tratan. Hasta ahora ha habido dos sesiones de mesas redondas en las que se ha hablado abundantemente sobre la autonomía. Cuando llegó la convocatoria de la tercera sesión, los saharauis pidieron también hablar de otras opciones, tal como se describe en la resolución del Consejo de Seguridad. ¡No! La potencia ocupante dijo y reiteró que sólo consentía discutir la autonomía. Esta posición constante, lo reconozco, fue reafirmada hace dos semanas por la potencia ocupante marroquí.
Mesas redondas, ovaladas o cuadradas, no es ese el problema. El problema es la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental. El problema es lograr una resolución pacífica de esta cuestión que tome en cuenta el derecho inalienable del pueblo saharaui.
Se ha hablado de « momentum », y quiero aclarar la posición de Argelia, que está en conformidad con el derecho internacional. El derecho a la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental pertenece únicamente al pueblo saharaui. Este pueblo tiene el derecho, con el apoyo de las Naciones Unidas, de elegir libremente su futuro. Mi país, y quiero que se me escuche, se aplicará a denunciar, digo bien denunciar, cualquier transacción que comprometa la soberanía del pueblo del Sahara Occidental a cambio de ventajas estratégicas, económicas o comerciales. Y ustedes adivinan de qué y de quién hablo.
Para concluir, quiero subrayar que Argelia continúa confiando en el Enviado Personal del Secretario General, el Sr. Staffan de Mistura, y que expresa al mismo tiempo que este apoyo está en la esperanza de que el Enviado Personal pueda venir el próximo abril con una solución política aceptada por ambas partes y que pueda satisfacer la búsqueda de autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental.
Les agradezco.
Fuente: ONU
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