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El mundo de los derechos humanos quedó conmocionado en enero de 2024 cuando supo que Marruecos había sido nombrado jefe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El tiempo ha dado la razón a todos los actores y observadores que temían por la suerte de los detenidos políticos saharauis… el caso del activista Jatri Dadda justifica su temor.
Marruecos, potencia anexionista y colonial, elegida al frente del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, se deja superar por su naturaleza represiva. Sus intentos de ejercer de lastre para paralizar la acción de este organismo de la ONU, tal como hizo con el Comité Al-Quds, al que ha sumido en coma desde que asumió su presidencia, han fracasado en el caso del Grupo sobre Detención Arbitraria para liberar “inmediatamente” al activista saharaui Jatri Dadda arrestado en 2019 y condenado arbitrariamente a cumplir una pena de 20 años de prisión.
El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias del Consejo de Derechos Humanos de la ONU denunció las « graves violaciones » del derecho de Jatri Dadda a un juicio justo. En su último dictamen, el Grupo de Trabajo pidió al gobierno marroquí que tome las medidas necesarias para remediar sin demora la situación del Sr. Dadda y hacerla compatible con las normas internacionales aplicables, en particular las establecidas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en la Pacto.
Por ello, este organismo subrayó que la medida adecuada sería « liberar inmediatamente al señor Dadda y concederle el derecho a obtener reparación, incluso en forma de indemnización, de conformidad con el derecho internacional ». Cabe recordar que Jatri Dadda, de 25 años, es un periodista y fotógrafo saharaui que trabaja para el medio activista Salwan Media. Reside habitualmente en la localidad ocupada de Smara, en el Sáhara Occidental.
Activista a favor del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, también hace campaña contra las violaciones de derechos humanos y el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía colonial marroquí contra manifestantes saharauis. Detenido el 24 de diciembre de 2019, fue condenado arbitrariamente a cumplir una pena de 20 años de prisión en represalia por sus actividades periodísticas.
El caso de Jatri Dadda fue objeto de numerosas comunicaciones de expertos de las Naciones Unidas en las que expresaron su “preocupación” por las condiciones “inhumanas” de detención de este activista saharaui, pero también por la continuación de la detención de otros activistas en represalia por sus actividades a favor de los derechos humanos, recuerda el Grupo de Trabajo que cita, a este respecto, en su dictamen hecho público recientemente, las comunicaciones del 21 de julio de 2020, 16 de junio de 2021 y 23 de mayo de 2023.
Detenido por su labor periodística y activista
Acogiendo con satisfacción la opinión emitida por el Grupo de Trabajo sobre las Detenciones Arbitrarias del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el presidente del colectivo de medios de comunicación con sede en el Sáhara Occidental, Ahmed Ettanji, sostuvo que la detención y posterior condena de Jatri Dadda está directamente vinculada a su labor periodística y a su activismo a favor del ejercicio por parte del pueblo saharaui de su derecho a la autodeterminación.
El estatuto de Presidente del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas no impidió que Marruecos se negara a aplicar las decisiones del grupo de trabajo, lo que atestigua violaciones flagrantes de los derechos humanos, deploró el Grupo de Trabajo. En su informe titulado « Los Estados se niegan: la larga detención de los defensores de los derechos humanos », la relatora especial de los defensores de los derechos humanos, Mary Lawlor, citó el caso de Jatri Dadda « arrestado en represalia por su trabajo como periodista y defensor de los derechos humanos », denunciando los intentos de las autoridades marroquíes de « silenciar las voces de la verdad » y el uso de « detenciones arbitrarias ».
En este contexto cabe señalar que Marruecos es un maestro en violaciones de derechos humanos. Se cita a menudo en los informes de organizaciones de derechos humanos y de ONG que citan los casos de numerosos saharauis detenidos arbitrariamente en prisiones marroquíes, incluido el conocido como grupo Gdeïm Izik, cuyo caso ha sido objeto de varias acciones de sensibilización de la opinión pública internacional pero sin resultado hasta la fecha. En un comunicado de prensa sobre la situación de los derechos humanos, Mary Lawlor reiteró su “preocupación” por la situación de los defensores de los derechos humanos en Marruecos y el Sáhara Occidental, denunciando su “criminalización errónea por sus actividades legítimas”, pero también su “condena a duras penas”. y su “trato degradante”.
Si bien a los medios y observadores internacionales se les niega con frecuencia el acceso al Sáhara Occidental, los periodistas saharauis suelen constituir la única fuente de información sobre violaciones de derechos humanos y son sistemáticamente atacados por las fuerzas marroquíes. Cabe señalar que el 19 de abril se celebrará una videoconferencia con el asesor jurídico de este activista saharaui para discutir la opinión del Grupo de Trabajo sobre el caso de Jatri Dadda, pero también la situación de los periodistas saharauis.
El país presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU está atrapado en sus necedades y el caso de los activistas saharauis no es el único ya que también es cuestionado sobre el caso de los detenidos de los activistas rifeños y de NasserZefzafi y sus compañeros condenados a duras penas de prisión por denunciar las condiciones de vida que padecen en la región del Rif.
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