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Argelia se interroga sobre la voluntad de Francia de implicar a este país en el conflicto libio

Los observadores políticos argelinos se preguntan si, como afirman el periódico ‘Huffington Post Algérie’ y otros medios, Francia quiere implicar a Argelia en una intervención militar en Libia, para hacer frente a la violencia de los grupos armados rivales y al terrorismo, acabar con el caos político y social y restablecer el orden. Francia y otros países occidentales vigilan de cerca la evolución de Libia, porque quieren impedir que los ricos pozos de petróleo caigan en manos de grupos yihadistas. En este sentido, Argelia podría desempeñar un papel importante en el conflicto libio, si Francia decidiera intervenir, porque es un país influyente en el Magreb y el Sahel. Las relaciones diplomáticas entre Argelia y Francia suelen ser conflictivas, como ocurre bastante a menudo entre las antiguas metrópolis coloniales y los países que fueron dominados. Pero Francia es uno de los principales socios comerciales e inversores en Argelia y su protagonismo político es importante. La reciente visita a Argelia del general del Ejército Pierre de Villiers, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas galas, no pasó inadvertida en el país norteafricano. Oficialmente, el general De Villiers se reunió con su homólogo argelino, el general Ahmed Gaïd Salah, que es también viceministro de Defensa, para discutir asuntos militares generales. Pero ‘Huffington Post Algérie’ y otros medios escritos no descartan que la visita fuera un intento de París de implicar a Argel en el conflicto libio. Las declaraciones del ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, al diario galo ‘Le Figaro’, llamando a actuar en Libia y ensalzando las buenas relaciones con Argelia, dan crédito a la hipótesis planteada por varios medios. El ministro argelino de Asuntos Exteriores, Ramtane Lamamra, reafirmó la semana pasada que no habrá intervención militar en Libia y defendió el diálogo político entre las partes en conflicto para acabar con el caos y evitar la guerra civil. Lamamra afirmó que Jean-Yves Le Drian no defendió una intervención militar en Libia.
Dudas sobre la versión oficial
Las palabras del jefe de la diplomacia argelina no convencieron a muchos observadores políticos y periódicos. Para ‘El Khabar’, un diario en árabe muy importante, la visita del general Pierre de Villiers, de cuatro generales y dos coroneles y de personalidades civiles “confirma que no fue un encuentro rutinario”, sino una iniciativa en la que se selló un “acuerdo de principio” entre las direcciones políticas y militares de ambos países. ‘El Khabar’ aseguró que el presidente Abdelaziz Buteflika convocó el pasado viernes a los miembros del Alto Consejo de Seguridad para una reunión extraordinaria sobre “la guerra de Libia” y la “guerra mundial” contra el Estado Islámico (EI). Según este medio, “un alto responsable argelino transmitió a los dirigentes un mensaje corto del presidente: Argelia no puede justificar ante su pueblo que ha dado facilidades militares a una campaña militar aérea en Libia”. El politólogo Hasni Abidi estima que Argelia tiene capacidad para actuar “políticamente” en Libia y no debe ser “el subalterno” de Francia en el terreno militar. Abundando en la misma línea, el profesor de Ciencias Políticas Ahmed Adimi escribió en el diario ‘Echourouk’ que Francia “necesita a un país vecino de Libia que le ayude y a lo mejor ve en Argelia el país más apropiado”. A juicio de Adimi, “una intervención del Ejército argelino en la crisis libia tendría consecuencias graves sobre la estabilidad del país”. La crisis libia es “compleja” y la solución sólo puede ser “política”, piensa Adimi. Para el influyente rotativo ‘Le Quotidien d´Oran’, Argelia “quiere conservar sus buenas relaciones con París”, pero “no está a favor de implicarse en una segunda guerra contra el pueblo libio”. En el periódico ‘El Watan’, el exsecretario de Estado y embajador Halim Benattalah indicó que “la colección de medidas pacíficas no se ha agotado. Para prevalecer, la opción pacifista necesita de una coalición regional”. Por su parte, el antiguo ministro y diplomático Abdelaziz Rahabi recalcó en el mismo medio: “No habrá intervención, ni en Libia ni en otra parte. No es un problema doctrinal. En primer lugar, no hay una agresión directa contra Argelia. Después, Argelia no tiene que hacer de intermediario en esta crisis, porque no es responsable”. Por otra parte, Abdellah Al Thini, que dirige uno de los dos Gobiernos rivales en Libia, anunció que su país podría romper las relaciones diplomáticas con Catar, porque acusa a este país del Golfo de haber enviado tres aviones cargados de armas y municiones a las milicias islamistas que actúan violentamente en territorio libio. También acusó a Sudán de apoyar financieramente a los grupos islamistas en Libia. Abdellah Al Thinni hizo estas declaraciones a la cadena británica ‘Sky News’. 
Escisión de Al Qaeda
Por otra parte, un nuevo grupo armado argelino que se hace llamar Los Soldados del Califato en Tierra de Argelia se escindió de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), la versión magrebí de la red terrorista que creó Osama Bin Laden, y juró lealtad al Estado Islámico (EI) que dirige Abu Bakr al Baghdadi. Esta escisión, según los servicios antiterroristas, demuestra la rivalidad de ambos grupos por el liderazgo del yihadismo global y el paulatino declive de Al Qaeda. “El Magreb se ha desviado de la senda verdadera”, manifestó el comandante de la región central de AQMI, Khaled Abu Suleiman, cuyo verdadero nombre es Guri Abdelmalek. En un comunicado difundido en páginas web yihadistas y recogido por la agencia Reuters, Suleiman se autoproclamó líder del nuevo grupo, al que se unió otro comandante de AQMI con base en la región oriental de Argelia, bastión de la organización terrorista. “Tienes a los hombres del Magreb Islámico, que obedecerán tus órdenes”, declaró Abu Suleiman en su acto de sumisión al jefe del EI. Al Baghdadi se autonombró califa después de haber roto con Al Qaeda en 2013 y de haber extendido su grupo yihadista por Siria e Irak. En Siria, la rama local de Al Qaeda es el Frente Al Nusra. La nueva escisión de Al Qaeda en Argelia preocupa a los servicios antiteterroristas de este país y del Magreb y Europa, porque temen que la influencia del EI aumente notablemente en todo el norte de África. AQMI ya sufrió una primera escisión cuando el jefe yihadista Mokhtar Belmokhtar fundó el grupo terrorista Los Fimantes con Sangre, que a principios de 2013 atacó la central gasística de In Amenas, en el Sáhara argelino. El asalto, que se prolongó durante cuatro días, acabó con la vida 39 trabajadores, la mayoría de ellos extranjeros.
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