La prensa francesa vincula la crisis con Argelia a un chantaje de Marruecos al presidente español Pedro Sánchez.
Por Rafael Ramos
El diario digital “France Soir” desveló el pasado 12 de junio la posible relación entre la crisis diplomática de España con Argelia y los negocios en Marruecos de Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez. Al parecer, los servicios secretos marroquíes, habrían utilizado la información “comprometedora” obtenida del teléfono del presidente mediante el programa espía Pegasus, para chantajear a España y forzar así su cambio de posición respecto al Sahara.
“Entre las conversaciones telefónicas se encontrarían informaciones comprometedoras sobre la corrupción y el nepotismo de su Gobierno. Algunas de ellas implicarían a su mujer”, afirma Teresita Dusart, autora del artículo.
France Soir es un diario digital que hereda el nombre del periódico francés, fundado en noviembre de 1944 como boletín clandestino vinculado a la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial y que cerró sus rotativos en 2011. La reaparición de la marca en 2016 como medio 100% digital bajo una dirección totalmente distinta y el despido de todos sus empleados tras una huelga en 2019, ha servido para que muchos medios españoles de izquierda cuestionen la polémica publicación, tachando al medio galo de “tabloide” de dudosa credibilidad, mientras que otros periódicos como OK diario, o Periodista Digital si se han hecho eco en sus portadas.
En Mayo de 2022, meses antes de la publicación de France Soir, algunos medios como el Diestro, o periodistas independientes españoles ya se hicieron eco de informaciones similares, destacando las noticias difundidas por el informador e influencer Alvise Perez que también se tacharon de bulos y ahora serían confirmados por la prensa extranjera.
Por su interés, reproducimos íntegramente el artículo de France Soir Traducido al español:
Error o sórdido chantaje, ¿Por qué Sánchez alienó a Argelia?
Por Teresita Dussart, para FranceSoir
CRÓNICA — Esta semana, la crisis diplomática entre España y Argelia ha vivido su momento más dramático. Se avecina una crisis energética antológica, no sólo para la Península Ibérica sino, por efecto dominó, para toda Europa Occidental. Esta no sería consecuencia del conflicto ruso-ucraniano, sino el resultado de la repentina escalada en las relaciones entre dos Estados, Argelia y Marruecos, que se odian desde hace décadas y cuya estrategia de defensa se basa fundamentalmente en protegerse la una con respecto de la otra. En segundo lugar, sobre las pretensiones de legitimidad respecto del Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos desde 1975.
Sin embargo, todo se ha acelerado de forma repentina desde el reconocimiento de la legitimidad marroquí sobre el Sáhara Occidental por parte de Donald Trump, como uno de sus últimos actos en política exterior. Medida ratificada por Joe Biden. El asunto de las escuchas telefónicas marroquíes a miembros del gobierno argelino, durante la «Hirak» (revuelta de 2019) no ayudó en nada. Estas se han producido utilizando la tecnología israelí Pegasus. Son ampliamente publicadas por la prensa internacional. Argelia reacciona cortando el gasoducto Euromed, parte del cual pasa por territorio marroquí. Para el reino de Cherifian, se trata de un déficit de unos 300 millones de euros. Los puntos de comparación entre el conflicto ruso-ucraniano son muy numerosos. Tanto en lo que se refiere a la cuestión del papel del gasoducto, como a la ruptura de las relaciones geopolíticas.
La ruptura de relaciones diplomáticas entre los dos Estados del Magreb se consuma, unilateralmente por Argelia el 24 de agosto de 2021. Sin embargo, España, hasta marzo de 2022, intenta mantener su tradicional neutralidad, a pesar de la presión ejercida sobre la ex-potencia colonial de Río de Oro (Polisario) por Marruecos y Estados Unidos. En marzo de 2022, algo rompe esa neutralidad y pone la situación patas arriba. El 18 de marzo de 2022, Pedro Sánchez respaldó la política anexionista de Mohamed VI sobre el Sáhara Occidental, utilizando tres superlativos: «Es la fórmula más seria, realista y creíble«. Este cambio de postura es el centro de multitud de especulaciones. Se trata de entender lo sucedido, para justificar por sí sola tal medida y en particular en lo que se refiere a las consecuencias para la economía española.
Tuvimos que esperar algo menos de tres meses para saber la forma que tomaría la ira de Argel. El pasado miércoles, Argelia decidió suspender el tratado de amistad bilateral con España, concluido en octubre de 2002, para retirar a su embajador, para congelar las operaciones bancarias de su antiguo socio. Pero lo más grave se refiere al embargo del suministro de gas.
Esta crisis es considerada por todo el espectro político español como una “catástrofe diplomática” sin precedentes, por utilizar la expresión del expresidente del Gobierno, José María Aznar (Partido Popular, centro-derecha). Expresiones de asombro han llenado la prensa: “gran estupidez”, “sin sentido”, etc. La pregunta que atormenta a la gente desde entonces es: ¿Qué mosca le ha picado a Pedro Sánchez, poniendo a España en una situación tan desesperada, cerrando la puerta a su principal socio energético, para sumarse a los objetivos marroquíes, con quienes las excelentes relaciones se ciñen al marco estrictamente personal de las dos familias reinantes, los borbones y los alauitas?
Una explicación política podría haber sido la de la ambición personal de Pedro Sánchez que sabe que su futuro político en España está más que comprometido y para el que el empuje ultra atlantista y por tanto marroquí, sería garantía de «reubicar», probablemente, la presidencia del Consejo de Europa. Esto sería coherente con su decisión de despedir a su exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya y elegir a José Manuel Albares, un ministro claramente más atlantista. González tiene responsabilidad directa por el asunto del asilo temporal concedido a Brahim Ghali, presidente de la autoproclamada, aunque apoyada por Argelia, «República Árabe Saharaui Democrática» (RSAD). Ghali había venido a España para recibir tratamiento en 2021.
Pero surge otra explicación, la de las escuchas telefónicas. Al igual que para Argelia. Pedro Sánchez dijo en el punto álgido de la crisis hispano-marroquí que su teléfono y el de algunos de sus ministros habían sido hackeados por el sistema Pegasus. Sin embargo, entre las conversaciones telefónicas habría información muy comprometedora sobre la corrupción y el nepotismo de su gobierno. Algunas de ellas involucrando a su esposa. Estas escuchas podrían haber influido en Sánchez, para dar un giro de 180 grados a favor de Marruecos. Los titulares de los diarios La Razón y El Mundo figuran entre los que evocan la responsabilidad directa de los servicios marroquíes en la ejecución de estas escuchas ilegales. El PP ha pedido la creación de una comisión ad hoc sobre las escuchas de Pegasus y su posible impacto en la decisión de Pedro Sánchez.
Argelia fue, hasta 2021, el principal proveedor de gas de España. A finales de 2021, tras el cierre de su gasoducto que pasa por Marruecos, Argelia había tomado la iniciativa de garantizar a España el incremento de sus exportaciones a través del gasoducto Medgaz, llegando directamente a las costas de la provincia de Almería. Además, Argel se comprometió a suministrar por barco, sin coste adicional, para transportar el material residual que no pudiera pasar por el gasoducto. De ahí el hecho de que Argelia esté objetivamente estupefacta.
En 2021, España dependía en un 42,7% del gas argelino (fuente Enargas). Desde la marcha atrás de Pedro Sánchez, Estados Unidos ha sustituido, en menos de tres meses a Argelia, pasando al 43% del gas americano (de fraking) frente al 30% argelino. Pero el gas estadounidense cuesta en promedio un 40% más que el gas argelino.
Ante la amenaza de terminación unilateral de los acuerdos comerciales entre Argelia y España, el Gobierno de Pedro Sánchez ha intentado dar una vuelta de tuerca europea a la crisis con cierto éxito. La ruptura con España se interpretaría según Ursula von der Leyen como un abuso de confianza con toda la UE. El viernes, Albares se reunió con el jefe de política comercial de la Unión Europea, Valdis Dombrovskis. Para la parte española, una ruptura unilateral debería ser denunciada ante un tribunal de arbitraje internacional.
El apoyo europeo parece haber tenido algún efecto en el Gobierno argelino, cuyo representante frente a esta crisis, el exembajador en España, artífice del acuerdo euro-mediterráneo de 2005, Mohamed Haneche, no pierde oportunidad para burlarse del Gobierno español y de las autoridades de la UE, incluido Josep Borell. Sin embargo, Haneche dijo el viernes que no pretenden de suspender las entregas, lo que significa un respiro relativo.
Agencia 6, 27 junio, 2022
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