Marruecos, corrupción, conflicto de intereses,
RABAT – Los conflictos de intereses y la corrupción endémica que corroe a la clase política marroquí están en el origen de la ausencia de solución a la crisis económica que atraviesa el reino, coinciden los actores políticos marroquíes, que subrayan que « este estado de cosas corre el riesgo de socavar la estabilidad del reino y acelerar su hundimiento ».
En un post en su cuenta de Facebook, el miembro de la Secretaría General del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) marroquí, Ali Hami El-dinne, afirmó que « los conflictos de intereses y la corrupción entre la clase política marroquí constituyen una amenaza real para la estabilidad y la paz social del país ».
« El principal problema que sufre actualmente Marruecos es el fenómeno de la corrupción. Ahora está estructurado y cuenta con formaciones políticas que lo defienden en los niveles superiores y en diversos ámbitos », lamentó el político, señalando que « esta situación expone al país a la crisis económica mundial y a sus bruscas fluctuaciones, especialmente en el ámbito de los hidrocarburos ».
Describiendo, en este sentido, la mala gestión que afecta a todos los sectores del reino, incluido el energético, el activista del PJD señaló que « es completamente absurdo confiar la política energética a los oligarcas y a los empresarios y luego esperar que reduzcan los precios del combustible ».
Según informes locales e internacionales, uno de los principales inversores en el sector de la energía no es otro que el primer ministro Aziz Akhannouch, que ha sabido aprovechar su posición para adquirir numerosas estaciones de servicio en el país. El nombre de Aziz Akhannouch se cita, a modo de recordatorio, en muchos escándalos.
En la misma línea, otro funcionario del partido señaló que « la maldad del gobierno marroquí es ante todo ética y moral ».
« El mal de nuestro gobierno es moral antes que constitucional. Los conflictos de intereses y la corrupción se condenan primero con el sentido común y la educación. Lo mismo ocurre con la acumulación de cargos y el abuso de poder », lamentó, y señaló que « el Primer Ministro debe responder de sus actos ante la ley ».
Cabe recordar que muchos parlamentarios y asociaciones de la sociedad civil de Marruecos han dado la voz de alarma sobre el alcance de la corrupción en el país y a diferentes niveles.
La Asociación Marroquí de Lucha contra la Corrupción envió un memorando al Primer Ministro Aziz Akhannouch en el que expresaba « su profunda preocupación por la corrupción endémica y generalizada ».
« La corrupción afecta a la vida cotidiana de los ciudadanos, en particular en los hospitales, los tribunales y los establecimientos administrativos », declaró la Asociación, que pidió al Primer Ministro que « ponga fin a la política de conflictos de intereses y de enriquecimiento ilícito » y le invitó a « reforzar los medios de la Autoridad Nacional para la Integridad y la Lucha contra la Corrupción ».
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