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La ruptura de las relaciones diplomáticas de Argelia con el reino de Marruecos, anunciada anteayer por el canciller argelino Ramtane Lamamra, está prácticamente en sintonía con los tiempos. En el sentido de que se esperaba con impaciencia debido a muchos factores que sugerían que Argelia se encaminaba hacia esta decisión.
Porque el reino de Marruecos, con sus acciones abiertamente hostiles hacia su vecino del este, ha superado con creces todas las líneas rojas, sin dejar, por tanto, otra opción a Argelia. Si las relaciones entre los dos países vecinos conocieron de forma crónica de fuertes tensiones durante muchos años sin que ello condujera a una ruptura total, fue de otra manera en las últimas semanas cuando Marruecos traspasó las líneas rojas precipitando así la evolución. Baste decir que esta última crisis fue fatal para las relaciones entre Rabat y Argel. Recuerdo de hechos.
El embajador de Marruecos ante las Naciones Unidas es sin duda quien está en el origen de esta crisis. Así fue durante una reunión virtual de países no alineados que tuvo lugar en Nueva York los días 13 y 14 de julio, que Omar Hilale,
El embajador marroquí en la ONU, envió una nota a los países miembros en la que cree que el pueblo kabyle en Argelia merece « más que ningún otro disfrutar plenamente de su derecho a la autodeterminación ». Una declaración que, podemos adivinar, no fue del todo del agrado del gobierno argelino. Y por causa ! El Majzen nunca ha atacado de esta manera la soberanía de Argelia y su unidad nacional.
La reacción argelina no se hizo esperar, ya que pocos días después se llamó al embajador argelino en Rabat. Fue más precisamente el 19 de julio. Pero mucho antes de llegar allí, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Comunidad Nacional en el Extranjero de Argelia, en un comunicado emitido el 16 de julio, indicó que Argelia esperaba que el Reino de Marruecos aclarara su posición final sobre la gravísima situación creada por las inadmisibles declaraciones. de su embajador en Nueva York.
No hubo respuesta de Rabat, que guardó silencio, ni la revocatoria del embajador argelino en Marruecos.
Desde entonces, y ante la falta de un eco positivo y apropiado por parte marroquí, se decidió hoy (18 de julio, nota del editor), la revocación, con efecto inmediato, para consultas, del embajador de Argelia en Rabat, sin perjuicio de otras posibles medidas en función de la evolución de este asunto ”, indicó entonces un comunicado de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El embajador de Argelia en Marruecos nunca regresó a su cargo ya que Rabat persistió en su silencio, no dignándose a responder a las solicitudes de Argel y explicar las palabras de su embajador a la ONU.
Marruecos prefiere la maniobra clandestina como cuando el rey Mohamed VI, a principios de agosto, pidió al presidente Tebboune que trabaje al unísono y desarrolle relaciones y vínculos fraternos entre Argelia y Marruecos. También pidió la reapertura de las fronteras entre « los dos países hermanos ». Argelia no se dejó engañar por esta falsa mano extendida. « Marruecos no está dando una respuesta al problema de situación actual », dijo el presidente Tebboune el 9 de agosto, y agregó que « no ha habido respuesta al problema actual que estamos experimentando ahora ».
A partir de entonces, era obvio que Argelia iba a tomar medidas para igualar la provocación marroquí. Esto tuvo lugar hace una semana durante la reunión del Alto Consejo de Seguridad.
El comunicado de sanción de esta reunión de la Presidencia argelina indicó que los « incesantes actos hostiles de Marruecos, requieren la revisión de las relaciones entre los dos países, y la intensificación de los controles de seguridad en las fronteras occidentales del país ».
La misa parece haberse dicho de esta manera. Sobre todo porque casi al mismo tiempo Marruecos invitó al canciller israelí y éste atacó a Argelia desde territorio marroquí. Esto desató la reacción de la Cancillería, que tacleó al canciller marroquí, Nasser Bourita, considerado como quien inspiró las palabras del huesped de Rabat.
Por: KAMAL HAMED
Le Midi libre, 26 de agosto de 2021
