Los análisis técnicos realizados por las autoridades francesas han confirmado la presencia de huellas del programa espía de NSO Group en el teléfono de un periodista de France 24.
Casi dos semanas después de las primeras revelaciones del « Proyecto Pegasus » sobre el uso indebido de programas espía comercializados por la empresa israelí NSO Group, las comprobaciones realizadas por las autoridades francesas avanzan. Los primeros elementos resultantes de los análisis técnicos realizados en los últimos días en el marco de la investigación judicial respaldan la información presentada por el consorcio de diecisiete medios de comunicación, entre ellos Le Monde, y las conclusiones técnicas de Amnistía Internacional.
Según nuestras informaciones, un periodista del canal de televisión France 24 sometió su teléfono a un análisis completo el lunes 26 de julio en los locales de la Agencia Nacional de Seguridad de los Sistemas de Información (Anssi), la autoridad encargada de la ciberseguridad del Estado. El número de teléfono de este periodista, que vive en París y es un alto miembro de la jerarquía editorial del canal, figura en la lista de números de teléfono seleccionados por el cliente marroquí de Pegasus para una posible vigilancia. Su teléfono aún no había sido examinado por Amnistía Internacional. Los resultados del análisis realizado a su teléfono son claros: se encontraron huellas de Pegasus en él.
Una fase de seguimiento
Los datos de su teléfono permitieron determinar que el dispositivo había sido, al menos, objeto de una fase de rastreo previa al ataque. En el teléfono se encontraron las mismas direcciones de correo electrónico que estaban vinculadas a las cuentas de Apple utilizadas por la infraestructura de ataque del cliente marroquí de NSO Group.
Estos identificadores, específicos de un único cliente del programa espía, también se encontraron en otros objetivos marroquíes de Pegasus, entre ellos Omar Radi, un periodista marroquí encarcelado, Claude Mangin, esposa de un activista del Sáhara Occidental también encarcelado en Marruecos, y François de Rugy, uno de los ministros potencialmente objetivo de Pegasus.
Estos rastros muestran que el programa espía se interesó por el teléfono de este periodista en tres ocasiones: en mayo de 2019, septiembre de 2020 y enero de 2021. Es la primera vez que las autoridades oficiales confirman de forma independiente las pruebas técnicas presentadas por Amnistía Internacional sobre el Proyecto Pegasus y la información proporcionada por el consorcio de periodistas.
Los teléfonos del fundador de Mediapart, Edwy Plenel, y de la periodista Lenaïg Bredoux también fueron sometidos el jueves a un exhaustivo análisis por parte de las autoridades estatales, en el marco de la investigación judicial abierta el lunes a raíz de la denuncia que presentaron. Los analistas estatales corroboraron las conclusiones anteriores del Laboratorio de Seguridad de Amnistía Internacional. En efecto, los teléfonos de los dos periodistas fueron comprometidos por el programa espía.
Una situación que se toma muy en serio
Estos análisis forman parte de la quincena que ya ha realizado un grupo de trabajo con sede en los locales de la Anssi. Aquí es donde tiene lugar el grueso de la investigación judicial, confiada por la sección J3 de la fiscalía de París, especializada en ciberdelincuencia, a los policías de la Oficina Central de Lucha contra la Delincuencia Relacionada con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (OCLCTIC) y la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI).
Las comprobaciones se realizan tanto sobre las personas que han sido nombradas en los medios de comunicación, como sobre las personas que desean eliminar cualquier duda sobre un posible compromiso. Estas posibles víctimas son entrevistadas, a veces largamente, mientras sus teléfonos son analizados según el método publicado por el Security Lab de Amnistía Internacional.
Este último ha abierto los ojos del Estado francés. En efecto, antes de que se publicara el Proyecto Pegasus, los agentes encargados de la seguridad informática de los altos funcionarios, en particular en el seno de la Anssi, no disponían de ningún elemento técnico que les permitiera detectar la presencia, o no, de un programa espía en un smartphone. La especificidad de Pegasus, que es relativamente infrecuente, muy discreto y funciona en terminales personales difíciles de analizar, dificultaba hasta ahora cualquier investigación.
Las autoridades francesas, tras su fachada de cautela y silencio, se están tomando la situación muy en serio. Temen que entre las víctimas se encuentren personalidades que ocupan cargos sensibles dentro del Estado. Los teléfonos de los quince ministros que el cliente marroquí de Pegasus ha seleccionado como posibles objetivos también están siendo examinados por los servicios estatales. Las instrucciones que se les han dado son formales: no deben hacer ningún comentario ante el Elíseo, que el jueves por la noche seguía negándose a comentar el caso.
Martin Untersinger, Laurent Richard(Historias Prohibidas) y Sandrine Rigaud(Historias Prohibidas)
Etiquetas : Marruecos, Sahara Occidental, Pegasus, Espionaje, NSO Group,
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