La administración Biden se aleja del legado de Donald Trump en la cuestión del Sahara Occidental. Al tiempo que declara que « no hay ningún cambio en la posición de Estados Unidos », el subsecretario de Estado en funciones para Asuntos de Oriente Próximo, Joey Hood, se aferra a la ambigüedad para no irritar a su aliado marroquí. Al mismo tiempo, sigue utilizando el término « Sáhara Occidental » e insiste en la centralidad de la ONU para la resolución del conflicto.
En una conferencia de prensa tras su reunión con el ministro de Asuntos Exteriores marroquí Nasser Bourita, el diplomático estadounidense declaró: « En cuanto al Sáhara Occidental, apoyamos un proceso político creíble dirigido por la ONU para estabilizar la situación y garantizar el cese de todas las hostilidades. Estamos consultando a las partes sobre la mejor manera de poner fin a la violencia y, en última instancia, alcanzar un acuerdo duradero. Apoyamos firmemente los esfuerzos de la ONU para nombrar un enviado personal del Secretario General para el Sáhara Occidental lo antes posible. Estamos dispuestos a colaborar activamente con todas las partes para apoyar a esta persona ».
Respondiendo a las preguntas de los periodistas, Hood aclaró que « donde se podría ver un cambio es en el nivel de energía y concentración que ponemos en ayudar a que el proceso de la ONU realmente dé resultados ».
Hood pidió el rápido nombramiento y apoyo de un enviado del secretario general de la ONU « para que podamos conseguir una solución que sea aceptable para todas las partes y que conduzca a la paz y la estabilidad ».
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