El botón SOS, también llamado botón de emergencia o botón de pánico, es un dispositivo mediante el cual el portador puede avisar de un problema simplemente pulsando una tecla.
Marruecos tiene uno, no para los casos de catástrofe natural, epidemia o erupción volcánica sino para reactivar la amenaza terrorista, único argumento que tiene para reivindicar el control del Sahara Occidental y sus inmensas riquezas naturales. Lo acciona cada vez que las circunstancias lo exigen : las reuniones periódicas del Consejo de Seguridad para renovar el mandato de la MINURSO, del Parlamento Europeo o para justificar la represión del pueblo marroquí.
Desde el 14 de noviembre pasado intervino un nuevo elemento que le lleva a pulsar el botón : la nueva guerra en el Sahara Occidental.
La decisión del Frente Polisario de acabar con la farsa del plan de paz onusino dió un vuelco definitivo a sus cálculos establecidos sobre la hipótesis del prevalecimiento del estatus quo. La vuelta a las armas no deja más que una alternativa : el referéndum tan repudiado por Marruecos.
El pánico vivido en Rabat es tan grande que el botón de emergencia dió lugar a que en menos de 10 días, el Majzen ya ha anunciado el presunto desmantelamiento de dos células terroristas sacadas del fondo de un estado de desesperación causado por la idea de verse obligado a salir del territorio saharaui y sus nefastas consecuencias para la monarquía alauita y sus secuaces.
Al mismo tiempo se activa también la página web atribuida al Estado Islámico del Sahel pero cuyo administrador es un funcionario de los servicios secretos. A la nebulosa terrorista se le atribuye un comunicado en el que se pretende que el Frente Polisario utiliza las plegarias de un imam de los campamentos para lanzar llamamientos a la yihad contra Marruecos. Para alejar toda sospecha, el falso comunicado del ISIS también critica a Marruecos.
Pero eso no es todo. La gravedad del momento hace que se utilicen todas las armas. Así es como se recurre de nuevo a una vieja costumbre que es la de manipular a los mediocres servicios secretos españoles en una presunta operación en la que se detiene en Getafe a un « imán yihadista por radicalizar a alumnos en una escuela musulmana ». Ya solo falta rezar para que la comunidad internacional muerda el anzuelo y bendiga la ocupación marroquí ofreciendo el Sahara a Marruecos en una bandeja de plata.