Ayer fueron Hach Ahmed y Ualad Musa. Hoy es Alien Habib Kentaui quien protesta por esta situación producida por una casta gerontocrática que se ha apoderado de la causa saharaui haciéndo de ella una propiedad privada.
A causa de su edad, van desapareciendo y con ellos desaparecen los conocimientos y el secreto de más de 45 años de gestión de expedientes neurálgicos tales como las negociaciones con Marruecos bajo el auspicio de las Naciones Unidas.
Aunque fueron amamantados por esta vieja nomenclatura, elevaron sus voces con la esperanza de ver un cambio en la organización. Probablemente, algunos están guiados por objetivos meramente personales, no obstante, expresan un deseo popular ampliamente expresado por un pueblo sediento de reforma en el interés de la causa. Una protesta que está ganando terreno contra el poder de una casta que ha hecho del destino de los saharauis un privilegio personal. Un poder que está convencido de que tiene el monopolio del patriotismo y que utiliza esta cobertura para imponerse hasta que la tumba lo arrebate de este mundo. Como buenos dictadores, incuban la convicción de que son los guardianes del templo de la causa. Si ellos desaparecen, la causa desaparecerá con ellos.Su ilegitimidad, no les importa. Para ello, no vacilan en utilizar los métodos del enemigo que no dejan de criticar : corrupción, clientelismo, nepotismo… Para llegar a sus fines, todas las vías tienen luz verde.
El fracaso de su política se refleja en aquellos que han designado como representantes del pueblo saharaui en el mundo. Unos representantes ridiculizados por la capacidad y el activismo de Ubi Bucharaya, un joven que con sólo dos años de actividad en Europa dejó su huella plasmada hasta el punto de que el enemigo le teme y le respeta. Unos representantes que se acuerdan de sacar la pluma sólo para alabar a sus benefactores cuando fallecen por vejez. Que la guerra se libre en el campo mediático les importa un comino. Su mentalidad es el fruto de las prácticas que les llevaron a ejercer unos puestos de responsabilidad del que no son dignos.
En vísperas del último congreso, pidieron a Mhamed Jadad que les haga una evaluación de la situación. Lo hizo en una grabación que fue revelada por la web Addamir. Ahora que ya no está con ellos, qué harán? Están desorientados y la opinión pública se pregunta quién le sucederá a la cabeza de la diplomacia saharaui. Corre el rumor de que será Abdelkader Taleb Omar. La respuesta la tiene un mitómano que lleva 40 años dirigiendo la diplomacia saharaui.