11-M: la pista de Marruecos

El 11-M cambió la Historia de España.

El juicio que se celebró fue una chapuza. Las pruebas en las que se basó la sentencia no sostenían el menor análisis lógico.

Este artículo pretende dar una explicación a la autoría intelectual de los atentados del 11-M. Se basa en publicaciones aparecidas en medios de comunicación durante los últimos años. Se han descartado las hipótesis menos sólidas.

Según han pasado los años, todos los partidos políticos y muchos españoles han pasado página. Existe una mala conciencia generalizada y se ha optado por mirar hacia otro lado.

El paso del tiempo es el mejor aliado para los autores de crímenes no resueltos. Sin embargo, el mismo paso del tiempo también sirve para ganar perspectiva a la hora de valorar los hechos y sus consecuencias.

Hay muchas zonas oscuras en el 11-M. La principal es, sin duda, la autoría intelectual. ¿Quién diseñó el atentado?

¿Fue el 11-M planeado desde Marruecos?

El objetivo de los atentados el 11-M era político: provocar un vuelco electoral para que el PSOE ganara las elecciones. Pero, sobre todo, lo que se perseguía era que no las ganara el Partido Popular.

Los antecedentes: relaciones entre España y Marruecos
Desde la llegada al trono de Mohammed VI en 1999, se produjo una escalada en la tensión diplomática entre España y Marruecos. En octubre de 2001 se retiró al embajador en España.

Los temas conflictivos entre los dos países eran los siguientes:

El apoyo español al plan para solucionar el contencioso del Sáhara Occidental.
Reclamación, por parte de Marruecos, de los territorios españoles en África.
Los acuerdos pesqueros.
Hubo una visita de dos ministros marroquíes que afirmaron que la cancelación de los acuerdos pesqueros «traería consecuencias».

También hay que destacar una visita que el entonces líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, realizó a Marruecos en diciembre de 2001. Esta visita se produjo, sin la autorización del Gobierno español, en plena crisis entre los dos países. Las siguiente fotografía muestra a Rodríguez Zapatero junto a un mapa que muestra el Sáhara Occidental como un territorio de Marruecos:

José Luis Rodríguez Zapatero también viajó a Marruecos en 2003. Es muy conocida la fotografía que se hizo con Mohammed VI junto a un mapa de Marruecos en el que aparecían Ceuta, Melilla, Canarias, Sahara Español y la mitad de la península Ibérica.

Rodríguez Zapatero con Mohammed VI en 2003
Las relaciones entre España y Marruecos se tensaron especialmente durante el incidente del Islote Perejil en julio de 2002. Marruecos echó un pulso al Gobierno de José María Aznar y lo perdió. Fue una humillación para el reino alauita.

La hipótesis de la pista de Marruecos en el 11-M

La mayoría de las personas relacionadas con el 11-M eran de origen marroquí. Algunas estaban en el piso de Leganés cuando explotó, otras desaparecieron misteriosamente.

La hipotésis de que los atentados del 11 de marzo fueran una venganza por el incidente del Islote de Perejil fue apuntada por Federico Jiménez Losantos. Y tiene bastante verosimilitud.

Marruecos es un país peculiar. El rey de Marruecos tiene amplios poderes ejecutivos. Puede disolver el gobierno y el Parlamento, además de dirigir las fuerzas militares. Nada importante se mueve en Marruecos sin su participación o conocimiento.

El desalojo por la fuerza del Islote de Perejil fue una humillación para el monarca alauita. Pero también fue una forma de comprobar los apoyos internacionales ante un problema entre su país y España.

España no recibió un apoyo internacional unánime. Estados Unidos hizo equilibrios entre un aliado europeo occidental y otro aliado muy importante en el mundo árabe. Francia se puso del lado marroquí, traicionando los principios de la Unión Europea. Como consecuencia de la actitud de Jacques Chirac contra España, el apoyo de la Unión Europea no fue todo lo firme que un miembro desearía.

La venganza a la humillación no podía llegar con una acción similar a la de Perejil. Sin embargo, la posibilidad de vengarse quitando del poder al Partido Popular y colocando al PSOE era una jugada muy apetecible para Mohammed VI.

Para llegar a esta hipótesis, hay que tener en cuenta el precedente del apoyo internacional tras Perejil y, sobre todo, la excelente relación entre Rodríguez Zapatero y el rey de Marruecos.

El clima que se había preparado en contra del Partido Popular, con la campaña del «No a la Guerra», era muy propicio para que un atentado de corte islamista inclinara la balanza en las elecciones. Todo apunta a una operación «de diseño» ideada por servicios de inteligencia.

Con fecha 6 de marzo de 2019, aparece publicada la siguiente noticia en El Español:

«Sujetos vinculados a la embajada marroquí» intervinieron en el 11-M, denuncia Villarejo al juez.

La pista sobre la vinculación de Marruecos y los atentados del 11 de marzo de 2004 va tomando forma.

Estos son los subtitulares de la noticia:

Agentes de Rabat «instruyeron en el montaje de los explosivos a los terroristas», sostiene el excomisario.

Que no se inmolaran «evidencia» que fue «una operación de inteligencia no yihadista», según el exagente encubierto.

¿Cuál fue el papel de Francia en el 11-M?

Durante el año 2003, Mohammed VI efectuó varias visitas oficiales a Francia. En la prensa se citan los «numerosos encuentros privados» del rey Mohamed VI con el entonces primer ministro de la república, Jacques Chirac.

Francia y Marruecos tenían un adversario común. A los dos les interesaba eliminar a Aznar o al sucesor de su partido, Mariano Rajoy, del Gobierno español.

España había ganado presencia internacional con José María Aznar, tanto a nivel europeo como en la relación con Estados Unidos. Era algo que molestaba profundamente a Francia.

Después de los atentados terroristas del 11-M, Marruecos consiguió un mejor acuerdo pesquero y España dejó de apoyar el plan para resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Rodríguez Zapatero apostó por la «Alianza de Civilizaciones» y se apartó bruscamente de la órbita de los Estados Unidos. Este era el objetivo de Francia.

Los servicios secretos franceses tenían una relación muy estrecha con los españoles, debida a la colaboración que mantenían para combatir el terrorismo de ETA y al yihadismo.

Según acusa Villarejo: “Los servicios franceses estaban al tanto de la entrega controlada de los explosivos”. Según su versión, era habitual la entrega controlada de explosivos a terroristas para su posterior detención.

Este tipo de entrega de explosivos a terroristas encaja perfectamente con la Goma-2 ECO de la trama asturiana. Recordemos que estaban controlados por la UCO.

Casualmente esta entrega de explosivos coincidió con la otra «caravana de la muerte«, la de los etarras detenidos en Cañaveras. ¿Es posible que el mismo día (28 de febrero) partieran dos furgonetas con explosivos de organizaciones terroristas diferentes?

¿La furgoneta de explosivos de ETA era un señuelo para el engaño del 11-M?

Pero hay más. Poco tiempo antes, el 24 de diciembre, ETA «intentó» un atentado en Chamartín. La historia es increíble. Se trataba de dos novatos que seguramente estaban tan controlados como la mayoría de actores de esta tragedia macabra que es el 11-M.

Y más todavía, los etarras detenidos en Cañaveras confesaron que el primer encargo que habían recibido de ETA había sido un atentado contra el Rey en Baqueira Beret. Este atentado consistía en distribuir 12 o 13 mochilas bomba en las pistas por donde iba a esquiar el monarca para hacerlas estallar a distancia. Otro atentado absurdo.

Alguien estaba escribiendo el guión del futuro atentado: ETA + explosivos + mochilas + trenes

El plan del 11-M era sencillo

Atentado múltiple en un medio de transporte masivo para crear pánico en la población.

Se aprovechaba el clima político previo impulsado por la izquierda.

En las primeras horas aparecerían terroristas suicidas para descartar a ETA y apuntar a terroristas islámicos.

El plan del 11-M era diabólico

Los antecedentes apuntaban a una autoría etarra: caravana con explosivos de Cañaveras (29 de febrero de 2004), el plan con mochilas bomba de Baqueira Beret (previsto para el 25 de diciembre de 2003) y el intento de atentado en los trenes de Chamartín (Nochebuena de 2003).

Las primeras informaciones en los trenes indicaban que el explosivo utilizado había sido Titadyn.

El mismo CNI insistía en la autoría de ETA. Posteriormente, Jorge Dezcallar (director del CNI) apuntó que se debió a presiones políticas.

De repente, aparece una mochila bomba y una furgoneta llena de pruebas que apuntan en la dirección islamista.

El gobierno del PP cae en la trampa. Se resiste a cambiar de versión (el CNI sigue apoyando la opción de ETA). Además, es perfectamente consciente de que le «interesa» electoralmente que la autoría fuera etarra. Y, sobre todo, sabe que la posibilidad de que se trate de un atentado islámico, sería castigada por el electorado más indeciso.

Por su parte, desde el PSOE se inicia una campaña de agitación. Disponían de una información muy precisa, y la utilizaron para «pillar» al gobierno.

El papel de las cloacas del Estado en el 11-M

Nunca sabremos con exactitud cuál era el grado de conocimiento que tenían los servicios de inteligencia españoles. Pero la aparición de pruebas sospechosas no habría sido posible sin su participación.

La gran mayoría de los actores conocidos del atentado eran de origen marroquí. Pero además, eran colaboradores del CNI, de la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) o de la UCIE (Unidad Central de Información Exterior de la Policía).

El papel del CNI apoyando la autoría de ETA es como poco, cínico. Ya que controlaban a varios de los autores materiales. ¿Pudo haber una célula del CNI que actuara «por libre»? Es posible, ya se vio algo parecido en el 23-F.

La configuración del CNI en compartimentos casi estancos facilitaría esta posibilidad.

Las pruebas manipuladas (furgoneta, mochila nº13 y skoda) solo pueden proceder de las cloacas.

El tráfico de los explosivos (Goma 2 ECO) desde Asturias estaba perfectamente controlado por la Guardia Civil. La Goma 2 ECO aparece en la furgoneta, la mochila nº13, la bomba del AVE y en la explosión de Leganés.

Las manzanas podridas de las cloacas del Estado tenían conexiones con el PSOE

El PSOE y Marruecos fueron los principales beneficiarios del golpe de Estado del 11-M. Algunos dirigentes del PSOE utilizaron la información para manipular a la opinión pública y dar un vuelco electoral.

El dato más preocupante apunta a los terroristas suicidas. ¿Por qué se propaga el bulo de que había terroristas suicidas?

Alguien dijo a los dirigentes del PSOE que iba a haber terroristas suicidas. Porque el golpe de estado estaba diseñado así. De hecho había al menos uno, pero se arrepintió. Y las fuentes del PSOE (las manzanas podridas) no conocían que se había arrepentido.

Por parte del PSOE, fue el propio Zapatero el que se encargó de difundir la «noticia» llamando a los directores de periódicos. Rodríguez Zapatero le comentó a Pedro J. Ramírez lo siguiente: «gobernamos 13 años, tenemos gente dentro«.

La cadena de información que nutría al PSOE es probable que siguiera este flujo:

Manzanas podridas > Rafael Vera > Rubalcaba > Zapatero

El papel del Rafael Vera (condenado por los GAL) el día 11 de marzo es bastante extraño. Varios medios de comunicación han afirmado que el ex secretario de Estado para la Seguridad en los Gobiernos de Felipe González, transmitió a la cúpula del PSOE, con antelación, que se iban a producir las primeras detenciones de islamistas.

Estas comunicaciones de Rafael Vera se realizaron desde un despacho con teléfono seguro que el presidente extremeño, Rodríguez Ibarra, puso a su disposición.

La clave del 11-M: El terrorista suicida arrepentido

Un testigo vio a un hombre despojarse de una capa de ropa en las cercanías de la estación de Vicálvaro. Se quitó unos pantalones, una sudadera, una braga de cuello y unos guantes. Y los escondió debajo de una caseta de obra. Eran las 7:45 del 11-M.

Los restos de ADN confirmaron que esta persona era Anouar Rifaat. Se trata de uno de los «suicidas» de Leganés que además dejó su huella en el explosivo de la bomba chapucera del AVE en Mocejón.

El uso de varias capas de ropa es común en los suicidas islamistas. El arrepentimiento en los últimos minutos es también bastante frecuente (y lógico).

En el guión del 11-M había al menos un terrorista suicida. Era necesario para que el atentado fuera islamista. De esta manera, se podía alimentar el razonamiento anti-PP: la «culpa» del atentado era del PP por apoyar la guerra de Irak.

Pero el terrorista suicida no aparecía y hubo que crear hilos que condujeran a un atentado de tipo islamista: la furgoneta Kangoo y la mochila nº13 (Vallecas).

El terrorista arrepentido es la pieza fundamental para entender el 11-M. Los autores intelectuales incluyeron al menos a un terrorista suicida, para que el atentado fuera islamista. De esta manera se conseguiría manipular a la opinión pública y cambiar el sentido de voto.

Los dirigentes del PSOE tenían que estar en comunicación con los autores intelectuales. Aunque fuera de manera indirecta. ¿Cómo sino podían saber que existían terroristas suicidas?

Es terrible. Y así lo dijo el propio juez Gómez Bermúdez a Inmaculada Castilla de Cortázar, presidenta del Foro de Ermua (31 de marzo de 2011): «la verdad del 11-M es tan terrible que España no está preparada para conocerla”.

¿Qué se quería evitar? ¿Una guerra con Marruecos?

¿Qué pasó el 11-M?

Es posible que nunca se sepa qué fue lo que sucedió. La verdad completa la conocen muy pocas personas. Y no están interesadas en su difusión.

Esta es una teoría del 11-M basada en informaciones periodísticas (ver las fuentes del final del artículo) y enlazada por el sentido común.

Relato supuesto del 11 de marzo de 2004

El diseño del atentado lo realiza probablemente un grupo muy pequeño de personas. Tres o cuatro, no más. Son los que conocen los detalles fundamentales: qué explosivo se utilizó, quiénes elaboraron las bombas y qué personas las colocaron en los trenes.

Estos autores intelectuales del 11-M tenían acceso directo o indirecto a los siguientes grupos:

Islamistas radicales: Allekema Lamari, Serhane Ben Abdelmajid (el Tunecino) y Rabei Osman El Sayed «Mohamed El Egipcio». Son los encargados de aportar algunos suicidas al atentado. Los dos primeros estaban en el piso de Leganés. El Egipcio estaba en Italia el 11 de marzo de 2004. Fue absuelto en el juicio.

Marroquíes controlados por servicios de información españoles y de Marruecos. El líder de este grupo sería, probablemente, Jamal Ahmidan «El Chino». Serían la mano de obra del atentado, los que colocaron las bombas.
Las personas que prepararon las bombas. Eran unos expertos muy cualificados. No podían ser ni los islamistas ni los que colocaron las bombas.

Grupo de asturianos controlados por la UCO. Eran necesarios para dar una explicación al origen de los explosivos.

Mandos de los servicios secretos españoles que entendieron la necesidad de ocultar pruebas y crear otras falsas.
Hay muchos indicios de que los islamistas radicales fueran confidentes del CNI:

Mohamen Afalah, chófer de Allekema Lamari, era confidente del CNI.

El propio Serhane (el Tunecino) fue visto con agentes del CNI.

Se trajeron explosivos desde Asturias, pero no fueron los que se utilizaron en las bombas de los trenes. Se utilizaron para volar el piso de Leganés y para la bomba chapucera del AVE. Los explosivos de Asturias y las tarjetas telefónicas eran las pistas falsas para encauzar las investigaciones hacia los supuestos culpables.

Las bombas de los trenes eran muy diferentes a la bomba del AVE. Sus efectos fueron devastadores.

Las bombas que no estallaron en los trenes

Las 10 bombas que estallaron en los trenes fueron preparadas por especialistas muy cualificados. Las personas que estaban en el piso de Leganés no estaban capacitadas para elaborar bombas de este tipo. Ellos fueron probablemente los que elaboraron la bomba el AVE.

Pero no todas las bombas estallaron. Se dejaron dos señuelos con las pistas «para resolver» los atentados y apuntar en la dirección deseada.

Sin embargo, no contaron con que estas dos bombas serían desactivadas y destruidas.

Por ese motivo, se tuvo que preparar otra bomba que ayudara a detener a los «culpables», la famosa mochila de Vallecas. Esta mochila no estuvo jamás en los trenes y, además de estar preparada para no estallar, contenía metralla. Ninguna de las víctimas del atentado tenía heridas de metralla. Ninguna.

Esta prueba falsa, la mochila de Vallecas, fue elaborada por otras personas. Estas personas no sabían que las bombas que explotaron en los atentados no tenían metralla.

La mochila nº13, la de Vallecas, fue la que condujo a Jamal Zougam, el cabeza de turco. En el momento justo.

Las imágenes de esta bolsa de deportes las ofreció en exclusiva ABC News. Resulta un poco extraño. ¿Tuvo algo que ver la CIA?

La mochila de Vallecas. Una exclusiva ofrecida por ABC News.

¿Y quienes colocaron las bombas?

Es muy probable que fueran las personas que estaban en el piso de Leganés cuando explotó. Algunos de ellos fueron identificados en los trenes. Se encontraron unos vídeos de reinvindicación de los atentados del 11-M en el ordenador de Jamal Ahmidan, el «Chino», en los escombros del piso de Leganés.

Los extraños sucesos de Leganés, con un relato inverosímil, apuntan a una eliminación que cortara sus vínculos con los autores intelectuales.

¿Pudo haber algún suicida real y otros «forzados»? Dentro de los siete «suicidas» de Leganés, había algunos perfiles que se ajustaban a islamistas radicales (Allekema Lamari y Serhane Ben Abdelmajid) y otros que parecen mercenarios reclutados como mano de obra.

El único culpable material que quedaba sería Zougam, que había sido identificado de forma dudosa en los trenes (se parecía mucho a Said Berraj). La identificación por parte de dos testigos rumanas se realizó después de que se hubiera difundido su imagen en televisión. Estas testigos fueron rechazadas en un principio como víctimas del atentado. Tres miembros de su familia sí fueron rechazados como víctimas. Lo simularon para cobrar indemnizaciones.

El testimonio de un Guardia Civil, que no fue tenido en cuenta, aseguraba que la persona que identificaron las testigos rumanas en el tren como Jamal Zougam, era en realidad Said Berraj.

El hilo que llevaba hasta Jamal Zougam era la tarjeta del móvil de la mochila de Vallecas. Un hilo falso. Además, ¿qué sentido tenía que la persona que había vendido las tarjetas para unos móviles, que se iban a utilizar para activar unas bombas, fuera uno de los colocadores?

El episodio de Leganés es tan oscuro como todo lo que rodea los atentados del 11-M. Existen infinidad de incongruencias que no se van a relatar aquí. Pero se puede repasar en las fuentes que vienen a continuación.

Fuentes sobre el 11-M

La visualización de este vídeo es fundamental para cualquier persona que quiera conocer la verdad sobre lo que pasó el 11 de marzo de 2004.

Un nuevo Dreyfus, Jamal Zougam ¿chivo expiatorio del 11-M?

Artículos y foros sobre el 11-M

Documentos del 11-M

Vídeos del juicio del 11-M

Presentación base para explicación del Atentado del 11M, sentencias y ramificaciones

Foro de los Peones Negros

Dos de los terroristas huidos del 11-M trabajaban para el CNI y la Policía antes de los atentados de Madrid.

Agujeros negros Fernando Mújica

El 11-M y los servicios de inteligencia

Jiménez Losantos: «El 11-M fue la venganza de Marruecos por lo de Perejil y las cloacas lo taparon»

Las cloacas del 11-M

Archivada la querella contra Sánchez Manzano

Los atentados del 11-M.

La metralla fantasma del 11-M

Manzano admite que destruyó buena parte del material recogido el 11-M

Coro Cillán, de jueza a indigente.

La enorme patraña del 11-M.

Fuente : Revista Liberal

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