La prensa española acordó mucho espacio al lujoso velero que el rey de Marruecos acaba de comprarse por la suma de 90 millones de dólares. Sin embargo, ningún medio se paró en el detalle del nombre ćon el que el monarca marroquí bautizó a su nuevo juguete marino : Badis, que es ni más ni menos que el nombre del peñón español Vélez de la Gomera.
La iniciativa de Mohamed VI equivale a una declaración de guerra que no parece haber molestado a las autoridades españolas a pesar de ser una provocación en todas sus formas.
Al sur del mar de Alborán, de cara a la acantilada costa del Rif y en otros tiempos hostil nido de piratas, se alzan el peñón de Vélez de la Gomera, las islas de Alhucemas (peñón de Alhucemas, isla de Mar e isla de Tierra) y las islas Chafarinas (isla de Isabel II, isla del Congreso e isla del Rey Francisco).
Todos estos territorios, que en su conjunto no suman más de tres km2, son, junto con las ciudades de Ceuta y Melilla, los territorios españoles en el norte de Africa. Su diminuta extensión y su alejamiento de las rutas habituales de tráfico marítimo los hace hoy en día languidecer con pequeñas guarniciones militares que los custodian. Estos «presidios», como a veces se los llama haciendo referencia a su pasado como prisiones (aunque el término «presidio» en español hace referencia a las guarniciones militares que se mantenían en las fronteras, no necesariamente a prisiones), se encuentran hoy en día sin población civil que habite permanentemente en ellos, exceptuando algunos pescadores que de vez en cuando se acercan a sus puertos para intercambiar alimentos o bebida a las guarniciones españolas, o para refugiarse de alguno de los temporales del estrecho de Gibraltar. Antiguamente, estos tres territorios llegaron a disfrutar de una población y de una importancia muy superior a lo que de su reducida extensión se podría esperar. Siempre fueron parte del territorio español, dependientes de Ceuta y Melilla. No formaron parte del Protectorado que España tuvo en el norte de Marruecos desde 1912, y tras la independencia de este país, en 1956, quedaron como lo que desde hace cuatro siglos han sido, plazas de soberanía aisladas de las costas peninsulares.
Situado a unos 80 km al oeste de Alhucemas y unos 117 al este de Ceuta, el peñón surge de repente al doblar un cabo. Es un gran peñasco triangular, de unos 225 metros de largo y unos 77 de alto, unido por un minúsculo puente de madera a una isleta llamada de San Antonio. El peñón de V élez de la Gomera, llamado así por una deformación de los nombres de Hades (la antigua ciudad que había en la costa) y la comarca rifeña de la Gomara, fue ocupado por España en 1508, cuando una expedición al mando de Pedro Navarro expulsó a los piratas que poblaban la zona y que saqueaban insistentemente las costas andaluzas y levantinas de la Península Ibérica.
Acorralado por el derecho a la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental, Marruecos mantiene la presión sobre España que para la ONU sigue siendo la potencia administradora del territorio no autónomo saharaui y como tal, su posición pesa en la solución de este contencioso que lleva más de 43 años y que atraviesa actualmente una etapa decisiva a raiz de la dimisión del Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sahara Occidental, Horst Kohler.
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