El rey de Marruecos nunca ha escondido su ostentoso modo de vida ni su deseo de parecer un rey moderno, alejado de los convencionalismos. En más de una ocasión ha sido noticia por sus opulentos caprichos (como el reloj de mil diamantes que lució hace unos días), su forma de vestir e incluso por su fallido matrimonio con la princesa Lalla Salma, a quien no se la ve desde hace un año.
Es hijo de Hassan II y desde que subió al trono hace 19 años, su fortuna no hace nada más que crecer. Según la revista Forbes, posee 5.700 millones de dólares, lo que lo ha convertido en uno de los monarcas más ricos del mundo, el quinto hombre más rico del continente Africano y, por supuesto, el hombre con más dinero de Marruecos.
Mohamed VI cuenta también con otro tipo de patrimonio: los palacios, símbolo de la magnitud de las fortunas monárquicas desde hace años, y tiene bajo su nombre y dominio un total de doce. El más grande, Dar-al-Mahkzen, se ubica en la capital Rabat y se erige como si de una ciudad propia se tratase. Está diseñado de tal forma que dentro de él se encuentran todas las necesidades de la familia: cementerio, centro médico, matadero, caballerizas, piscinas, pistas de tenis o golf e incluso un bosque.
A esto se suma su colección de más de 600 vehículos. Todo ello en un país en donde, a pesar de su crecimiento económico en la última década, la población sigue sometida a la pobreza, el machismo y un bajo nivel educativo.
Su vida privada tampoco está exenta de escándalo. Su fallido matrimonio con la princesa Lalla Salma ha levantado todo tipo rumores. La llegada a la corte de Salma marcó un antes y un después en las rígidas costumbres de palacio. De hecho, se convirtió en la primera esposa de un soberano marroquí a la que se le ha otorgado un título real y a la que presentó sin velo en la cara. Otro detalle que impresionó a los marroquíes fue la decisión del rey de disolver el harén real, un símbolo histórico para el país. Todas las concubinas de su padre, el fallecido Hassan II, tuvieron que abandonar el palacio y fueron realojadas en pisos y apartamentos, con pensión vitalicia incluida.
Por el momento, Lalla Salma lleva ‘desaparecida’ desde el 12 de diciembre de 2017, aunque una periodista marroquí aseguró haberla visto hace unas semanas en Portofino, Italia, junto a sus dos hijos: el heredero al trono Moulay Hassan y Lalla Khadija. Además, hace unos meses dijeron que el rey Mohamed VI y su clan le dieron una fortuna para vivir espléndidamente, en el ostracismo más absoluto, eso sí, y sin poder hablar sobre su relación con el monarca.