En un programa emitido por el canal de televisión privado belga RTL-TVI « Archivos tabú », que tuvo una audiencia significativa con 636,362 espectadores, de la cual una parte del mercado es del 33,3% entre 18 y 54 años, el periodista que anima la emisión Jean -Claude Delfosse encuestó a la comunidad marroquí para recopilar sus impresiones sobre la cuestión de la integración. De paso, ha desvelado el papel del Majzén, quien ejerce un verdadero poder oculto sobre esta comunidad.
Esto explica, según él, « por qué algunos belgo-marroquíes permanecen bajo el control de su país de origen ». Si la integración de la comunidad de origen marroquí en la sociedad belga es un gran fracaso, él imputa la responsabilidad, que además denuncia, a la embajada de Marruecos en Bruselas.
En efecto, los observadores informados de la cuestión van más allá en su constatación. Creen que Marruecos está utilizando a su comunidad para amenazar a Europa. Como prueba presentan el hecho de que en 2009, ya, las autoridades belgas habían expulsado a dos agentes de inteligencia marroquíes que estaban actuando bajo cobertura diplomática en el consulado de Marruecos en Bruselas.
Han sido acusados de llevar a cabo actividades que no están de acuerdo con su estatuto. Según los mismos observadores, los consulados marroquíes emplean agentes de la DGED encargados de explotar el sentimiento religioso en la comunidad marroquí para reforzar el poder del Majzén y establecer un control estricto de esta comunidad desde Marruecos.
El animador del programa recordó que « todos los marroquíes son súbditos del rey, él mismo comendador de los creyentes y descendiente del Profeta y su legislación les prohíbe renunciar a su nacionalidad marroquí ». Es a través de lo que se llama el Islam de las embajadas que el régimen marroquí asegura su control sobre la población instalada en Bélgica.
El arraigo de los marroquíes en Bélgica a su religión es utilizado para fortalecer la red de inteligencia dentro de esta comunidad. El objetivo es presionar, o incluso chantajear a los países europeos para imponer apoyo a las tesis expansionistas de Marruecos en el Sahara Occidental, explican los observadores. Recuerdan que una gran parte de la opinión pública española sospecha que los servicios secretos marroquíes están detrás del ataque a la estación de tren de Madrid del 11 de marzo de 2004.
El móvil de este atentado, que tuvo lugar cuatro días antes de las elecciones generales españolas, fue presionar al electorado. Este objetivo se ha logrado desde que el PSOE ganó las elecciones y Marruecos se ha asegurado desde entonces el apoyo de Madrid en el conflicto del Sahara Occidental.
Por otro lado, recuerdan que en enero de 2014, el embajador francés en Yemen solicitó la ayuda de la embajada de Marruecos en ese país para identificar y controlar a unos cuarenta marroquíes que se encontraban en la ciudad yemenita de Damage.
Sobre esta base, creen que Rabat explota los temores a los atentados en Europa para hacer creer que su colaboración contra el terrorismo es indispensable.
Fuente : Maghreb Online, 30 mai 2019
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