Las Naciones Unidas organizan una mesa redonda en Ginebra sobre la cuestión de este territorio disputado por Marruecos y el Frente Polisario, seis años después de que se rompiera el diálogo entre las dos partes.
Sobre todo, evitar tropiezos desde el primer día. Después de seis años de negociaciones congeladas, este miércoles se inician en Ginebra los debates sobre el futuro del Sáhara Occidental. Esta antigua colonia española, cuyo territorio ha sido disputado por Marruecos y los independentistas saharauis del Frente Polisario desde 1975 (aunque se firmó un alto el fuego en 1991), es objeto de una « mesa redonda » de dos días. Además de ambas partes, el ex presidente alemán Horst Köhler, enviado de la ONU, invitó a Argelia y Mauritania a participar en los debates.
La barra onusina ha sido deliberadamente fijada en lo más bajo posible. « No se trata de llegar al fondo de las cosas, y mucho menos de forzarlas. El objetivo es sobre todo psicológico, Köhler prefirió inicialmente ser un facilitador en lugar de un mediador, dice Oubi Bouchraya, representante del Frente Polisario en Francia. Es una buena manera de reanudar el diálogo ». Las negociaciones anteriores habían fracasado en la cuestión de la celebración de un referéndum sobre la autodeterminación o sobre el futuro estatuto del Sáhara Occidental (el presunto plan de « autonomía ampliada » presentado por Rabat en 2007 fue rechazado por el Polisario.
Guerrilla jurídica
Marruecos teme, ante todo, perder el control de este territorio, del que controla el 80%, que ocupa como provincia del reino y que ha erigido comme causa sagrada por sus múltiples riquezas naturalles. « Estaremos atentos. El interés de esta mesa redonda es poner a prueba la voluntad de cada una de las partes, dice una fuente cercana a la diplomacia marroquí. Esperamos que todos le sigan la corriente ».
Rabat está devorando sumas considerables de dinero en la economía de la región: anunciado en 2015 por el rey Mohammed VI, el plan « Nuevo modelo de desarrollo para las provincias del sur » pretende que el país ocupante realiza inversiones importantes para imponer su tutela sobre el territorio. Por su parte, el Frente Polisario se ha embarcado en una guerra de guerrillas jurídica ante los tribunales europeos denunciando los acuerdos comerciales (agricultura, pesca, espacio aéreo) concluidos entre los 27 Estados miembros y Marruecos que se aplican al Sáhara Occidental – este territorio « no autónomo », según la ONU, no está reconocido por la UE como parte del reino. En este terreno, el moviemiento de liberación saharaui están cosechando victorias que tienen un importante valor simbólico.
La pretendida mano tendida a Argelia
En las Naciones Unidas. los tres puntos de la agenda de Ginebra (« situación actual », « integración regional », « próximas etapas del proceso ») son lo suficientemente confusos y generales como para evitar un bloqueo tan pronto como se reanuden las discusiones. Sin embargo, nadie espera un fulgurante avance, dado que las posiciones diplomáticas de ambas partes permanecen estáticas en los últimos años. En un discurso televisado el 6 de noviembre, Mohammed VI se dirigió a las autoridades argelinas, los históricos aliados del Frente Polisario, pidiendo un diálogo « directo y franco » para « superar las diferencias » entre los dos vecinos, cuya frontera común está cerrada desde 1994. Argel opuso una cortés negativa.