La prensa marroquí no ha escatimado ningún esfuerzo para disimular la tensión persistente en las relaciones entre Marruecos y Mauritania.
Efectivamente, ni la llamada telefónica de Mohamed VI, ni las excusas presentadas por el partido Istiqlal, ni la visita del Primer Ministro Benkirane lograron contener la ira del presidente mauritano.
Mohamed Uld Abdelaziz no se deja engañar. Sabe que las incendiarias declaraciones de Chabat fueron teledirigidas desde palacio. Conoce perfectamente la estrategia marroquí y las vías para frenarla.
Después de 40 años de conflicto en el Sáhara Occidental, Nuakchot llegó a la conclusión de que la vía diplomática es inútil con Rabat, por lo que las autoridades decidieron aplicar el método más eficaz con los responsables marroquíes : la mano dura.
Es en este contexto que entra la reciente decisión de Nuakchott de aumentar sensiblemente las tasas sobre los vehículos de transporte marroquíes que atraviesan el territorio mauritano en dirección del Africa del Oeste.
Numerosos medios de prensa marroquíes se hicieron eco de que este impuesto ha aumentado de 440.000 ouguiyas (1.130 euros) a 637.000 ouguiyas (1.635 euros) por camión con remolque, o sea un aumento de hasta 505 euros. Los conductores marroquíes también deben pagar también cada mes la cantidad de 36.000 ouguiyas como impuesto de visa.
Las relaciones entre Marruecos y Mauritania se deterioraron considerablemente desde el intento de asesinato del Presidente mauritano en 2012. Algunas fuentes aribuyeron el acto a los servicios secretos marroquíes.
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