Sus amigos, hartos de tener que recurrir a trapicheos y chanchullos, le pidieron que vuelva a la organización panafricana para ayudarle a conseguir sus fines por vías más legales.
En efecto, Marruecos, acostumbrado a ciertas prácticas a las que se dedicaba, obligaba sus aliados africanos, Senegal, Guinea Ecuatorial, República Centroafricana, Costa de Marfil y Burkina Faso, a travesuras en los pasillos que no dieron ningún resultado y colocaron a estos países en posiciones poco honorables frente a sus homólogos africanos.
Un comunicado de la presidencia keniana confirma el deseo de Marruecos de incorporarse a la Unión Africana.
Bajo el título de « Marruecos busca el apoyo del presidente Uhuru Kenyatta en su intento de reincorporar la Unión África », el comunicado.
Taib Fassi Fihri, consejero del rey marroqui y enviado especial para transmitir un mensajede Mohammed VI al presidente keniano dijo que todo lo que quiere Marruecos « es ser miembro de nuevo sin condiciones previas ». « Queremos ser parte integrante de la Unión Africana, ya que queremos trabajar con todo el mundo », añadió.
Marruecos quiere atacar a la RASD desde dentro de la institución panafricana. Según sus cálculos matemáticos, Rabat está cerca de ganarse el apoyo de los 2/3 de los miembros de la Unión Africana que podrán votar a favor de la expulsión de los saharauis de la UA.
Según un despacho de la BBC, la UA mantiene su apoyo a la organización de un referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental como solución única de este conflicto que lleva ya 40 años en la agenda internacional.
El Sahara Occidental, antigua colonia española situada en el Noroeste de Africa, fue invadida en 1975 por Marruecos con el apoyo de Francia.