Argel, 1 jun (EFE).- Entre el duelo y la tristeza, los saharauis se preparan para despedir en el exilio del desierto a su histórico líder y presidente, Mohamed Abdelaziz, quien murió el martes a los 68 años de edad víctima de cáncer y tras casi cuatro décadas al frente de su pueblo.
Hay muchos líderes en el pueblo saharaui, la lucha no va a sufrir un retroceso, es la frase más repetida hoy entre los responsables del Frente Polisario y de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) que Abdelaaziz presidió desde 1982.
También entre los cerca de 160.000 saharauis refugiados en los campos de refugiados levantados hace 40 años en el desierto sureste de Argelia, donde el viernes se celebrará el funeral de Estado al que están invitados representantes de todo el mundo.
A pesar de que en numerosas ocasiones viajaba a Europa para tratarse del cáncer que padecía, el histórico líder saharaui vivía también en una jaima en el campo de refugiados de Smara, que tiene el mismo nombre que la ciudad en la zona colonial española en la que Abdelaziz nació en 1947.
Hoy, la actividad era frenética par preparar las exequias en la embajada de la RASD en Argel, donde la bandera ondeaba a media asta y el embajador recibía las condolencias de sus colegas de otros estados y de miembros del gobierno de Argelia, uno de los países que más ha apoyado a los saharauis.
Anoche, el propio presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, mostró su pesar por la muerte de Abdelaiz, ya que dijo « Argelia, su Gobierno y su pueblo pierden un gran amigo ».
« Fue un valiente militante (que) hizo de la paz un principio estratégico y una opción ineludible », agregó el mandatario antes de confirmar que su gobierno ha decretado ocho días de duelo oficial por la muerte de un aliado
« La desaparición del combatiente y activista Mohamed Abdelaziz, secretario general del Frente Polisario y presidente de RASD es una calamidad que afecta al pueblo saharaui hermano y a todos los hombres que aman la libertad y la paz » , escribió Buteflika en un mensaje al presidente del Consejo Nacional saharaui, Jatri Aduh.
« Llamó a todas las puertas y fue a todos los foros internacionales con la negociación como bandera para restablecer la dignidad de su pueblo », afirmó Bouteflika, quien confió en que el Polisario sepa mantener el espíritu de diálogo que ha prevalecido en los últimos 25 años.
« La esperanza del pueblo argelino y de todos los pueblos que apoyan la causa del pueblo saharaui es que el Frente Polisario encuentra la mejor manera de continuar la lucha en el seno de la unidad, esa unidad que el difunto Mohamed Abdelaziz hizo su máxima prioridad y que llevó la gloria de la causa saharaui a todo el mundo », añadió.
Precisamente, la sucesión de Abdealiz, muy enfermo desde hace varios meses, es una de las grandes incógnitas que planean en el Sahara Occidental en un momento histórico crucial en el que vuelven a resonar los tambores de guerra.
La transición está de momento asegurada en la persona de Adduh, presidente del Parlamento saharaui, quien asume la dirección de la RASD y del Polisario de manera interina hasta que pesen los 40 días de luto.
Después, será convocado un congreso extraordinario en el que deberá elegirse al sucesor y en el que se espera un pulso entre la vieja guardia que acompañó a Abdelaziz y la nueva generación de jóvenes, más proclives a abandonar la vía diplomática y recuperar la lucha armada.
La difícil elección decidirá el destino de la región en un momento de incertidumbre, con Marruecos decidido a impedir por todos los medios posibles un referéndum de autodeterminación que el líder saharaui defendió y que la comunidad internacional apoya.
En los últimos años, Abdelaziz había recibido numerosas y duras críticas de sectores más jóvenes del movimiento, que le recriminaban tanto su obstinación por la vía del diálogo como que eludiera la necesaria reforma de la anquilosada estructura del Polisario, tarea que también le quedará a su sucesor.