Las Naciones Unidas renovaron por un año más su misión en el Sáhara Occidental, pero sin exigir el regreso inmediato del personal civil expulsado por Marruecos tal y como pidió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por ser necesario para su funcionamiento.
El máximo responsable de la ONU advirtió en su informe para el Consejo de Seguridad que lo contrario aumentará el « riesgo de una ruptura del alto el fuego y la reanudación de las hostilidades, con el peligro de ir a una guerra a gran escala”, lo que puede ser « explotada por terroristas y elementos radicales ».
El regreso de los funcionarios civiles de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) -en funcionamiento desde septiembre de 1991 para vigilar el alto el fuego entre el Frente POLISARIO y Marruecos y organizar el referéndum de independencia del Sáhara o su integración a Marruecos-, fue solicitado también por el movimiento de liberación saharaui, que expreso reiteradamente la posibilidad de regresar a las hostilidades.
En la resolución de 29 de abril de 2016 del Consejo de Seguridad para que la MINURSO siga hasta el 30 de abril de 2017 no se incluye, un año más, la vigilancia de los Derechos Humanos, constante petición del Frente Polisario, el movimiento que lucha desde hace más de cuarenta años contra la ocupación marroquí.
El Consejo de Seguridad pone de relieve “la necesidad urgente de que la MINURSO vuelva a funcionar a plena capacidad », manda al secretario general de la ONU que informe en un plazo de 90 días si eso ha ocurrido, y en caso contrario considerará “la mejor forma de facilitar el logro de ese objetivo ».
Este plazo, contenido en el proyecto de resolución de los Estados Unidos que sirvió de base de las discusiones, fue modificado bajo la presión de Francia –la gran aliada de Marruecos- para que quedase en cuatro meses y después fue nuevamente reducido a tres gracias a algunos miembros del Consejo de Seguridad, según la agencia Sáhara Press Service (SPS). El proyecto de los Estados Unidos pedía « la restauración inmediata » de las actividades de la MINURSO.
La decisión del Consejo, aprobada por diez votos a favor, tuvo en contra a Venezuela y Uruguay. El embajador venezolano, Rafael Ramírez, consideró que hay « una fractura en términos de las posiciones sobre cómo resolver este asunto », y el de Uruguay, Elbio Rosselli, criticó la ausencia de referencia a las decisiones de Marruecos “que trastocan el funcionamiento » de la misión y que si en tres meses la MINURSO no vuelve a tener su funcionalidad el Consejo sólo se comprometa a « expresar su intención » de considerar como buscar el logro de su objetivo. Ante esto dijo: « ¿Algunos de nosotros firmaríamos un contrato de venta de nuestra casa con un comprador que le expresa la intención de pagarnos, y que ni siquiera nos dice el precio? »
Para el embajador Gerard van Bohemen, de Nueva Zelanda, país que se abstuvo en la votación junto con Rusia y Angola, la resolución « no cumple apropiadamente con las responsabilidades » del Consejo de Seguridad en el Sáhara y « tendría que haber establecido la realidad de que la expulsión del componente civil ha afectado gravemente a la misión y a su capacidad de cumplir con su mandato ».
La resolución, que contó con el voto favorable de España, supone para el Frente POLISARIO que “Marruecos no ha podido doblegar la voluntad del Consejo », según manifestó el representante saharaui ante la ONU, Ahmed Bujari, que agradeció los votos en contra y las abstenciones.
Bujari dijo que el plazo para revistar la situación tenía que haber sido menor a tres meses y culpó a Francia de que la resolución no fuese más precisa sobre la restauración de la misión.
La Dirección del Polisario “decidirá sobre los próximos pasos a seguir en el marco de la justicia y la legalidad internacional”, según un comunicado difundido en Nueva York en el que se subraya que nadie puede arrebatar al pueblo saharaui su derecho a elegir libremente su futuro político “prometido por las Naciones Unidas desde hace mucho tiempo”.
El Polisario insistió en que Marruecos no tiene ningún derecho a decidir de manera unilateral en el trabajo de una misión de las Naciones Unidas sobre un territorio ocupado y en proceso de descolonización y recordó que “la Corte Internacional de Justicia en 1975 confirmó que Marruecos no tiene soberanía sobre el territorio, la misma base jurídica con la que el Tribunal de Justicia Europeo canceló acuerdos agrícolas entre la UE y Marruecos recientemente « .
Por su parte, el embajador marroquí ante la ONU, Omar Hilale, dijo que tomaban nota de la resolución del Consejo de Seguridad y que necesitaban estudiarla, pero no especificó cómo responderá Marruecos al llamamiento para que la MINURSO recupere su « plena funcionalidad » que, según ellos, opera « con normalidad ».
Agradeció a varios miembros del Consejo de Seguridad su postura para resistir lo que llamó « excesos » de los gobiernos que pidieron una resolución más dura con Marruecos.