Tierra de tribus nómadas, colonia española, guerra y ocupación marroquí, la historia del pueblo saharaui es una historia de resistencia. Desde Tinta Roja se hace un breve repaso a los acontecimientos históricos más relevantes del Sahara Occidental a propósito de la Brigada de Solidaridad de los Colectivos de Jóvenes Comunistas a esta tierra.
Pobladores de una tierra dura e inhóspita los saharauis no poseían un estado propio históricamente, si no que se organizaban en poblaciones nómadas en busca de los recursos y las lluvias para alimentar a su ganado. Ya en 1884 y 1885 en la Conferencia de Berlín los países europeos se reparten el territorio africano, pasando el Sahara Occidental a ser una colonia española. Comienza así su larga historia de ocupación.
En un primer momento existen ciertas fricciones entre Francia y España por el control de ciertos territorios, hasta que en el año 1904 se delimitan claramente las áreas de influencia de cada potencia imperialista. A pesar de la ocupación y del control de los recursos saharauis por manos extranjeras se da un periodo de « coexistencia pacífica » en el que no se producen grandes movimientos de resistencia o de confrontación por parte de la población local.
Esta situación cambia en la década de los 70, años en los que los movimientos de liberación nacional en todo el continente africano se dan con fuerza, y en los que en el Sáhara Occidental se crea el Frente Polisario (Frente Popular de Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro), que lucha por la autodeterminación saharaui contra el imperialismo español.
Para llegar a comprender bien la historia de cualquier país se hace necesario utilizar el materialismo histórico y analizar la lucha de clases a nivel internacional. La historia del Sáhara se entiende mejor con el siguiente dato: en 1963 se descubrió en territorio saharaui la mayor reserva mundial de fosfatos, materia de gran valor y clave en la economía mundial. Además, hay que situar el conflicto en el escenario de confrontación política entre el bloque capitalista y el socialista de ese momento, como se desarrollará más adelante.
Las presiones internacionales a España y la descolonización de África por parte de otras potencias europeas conllevan el comienzo de las negociaciones entre el Gobierno español y el Frente Polisario. De esas negociaciones sale la promesa de un referéndum de autodeterminación para la descolonización española del Sáhara y comienza la denominada « Operación Golondrina »1 para la evacuación de la población española en el territorio. Por su parte Hassan II, rey de Marruecos, reivindica el territorio saharaui como propio (junto con Mauritania, zonas de Argelia, Mali y Ceuta y Melilla).
Ante la inminente descolonización y la crisis interna del Gobierno español Hassan II promueve la invasión utilizando como medida de presión la Marcha Verde, una marcha de 350.000 personas acompañadas de 25.000 soldados marroquís hacia territorio saharaui. Como consecuencia de esa efectiva estrategia se firma el Acuerdo Tripartito de Madrid, en el que Juan Carlos I, el rey de Marruecos y el Gobierno de Mauritania deciden repartir el territorio saharaui entre estos dos últimos. Sus ejércitos comienzan a ocupar las ciudades saharauis como parte de ese acuerdo.
Con la connivencia del Gobierno Español una nueva ocupación comienza en el Sahara, pero esta vez los saharauis mantuvieron una fuerte determinación de resistencia; hace justo 40 años el Frente Polisario declaraba la constitución de la República Árabe Saharaui. A nivel internacional el ejército de Marruecos fue armado por Estados Unidos y Francia, mientras que el Frente Polisario fue apoyado por Argelia (aliado de la Unión Soviética). Comenzaba una guerra que duraría 16 años.
En ese primer periodo de la guerra las fuerzas aéreas marroquíes bombardearon numerosos pueblos saharauis, utilizando en algunas ocasiones napalm y fósforo blanco2, por lo que muchas de las familias huyeron a campos de refugiados en territorio argelino para salvar su vida. Durante el transcurso de esa guerra también se construyó el muro « defensivo » de 2.500 kilómetros que separa el territorio saharaui y que se trata de uno de los campos de minas más grandes del mundo3.
La guerra (pero no la ocupación) finalizó en 1991. Mauritania ya había declarado su derrota y la soberanía del pueblo saharaui doce años antes, pero no sería hasta ese año en el que se firmó un plan de paz con Marruecos, siendo la única condición la celebración de un referéndum de autodeterminación. Dicho referéndum ha sido bloqueado por la ONU y los países aliados de Marruecos hasta el día de hoy.
Actualmente Marruecos controla un 80% del territorio del Sahara Occidental, incluyendo casi la totalidad de las zonas pobladas, los caladeros pesqueros y los depósitos de fosfatos. Por este motivo la Juventud Comunista defendemos la autodeterminación del pueblo saharaui y sus derechos, así como apoyamos sinceramente al Frente Polisario y a su juventud, la UJSARIO, en su lucha contra la ocupación de Marruecos o cualquier otra potencia extranjera.
La historia del pueblo saharaui es una historia dura, una historia de lucha y resistencia.
Jorge García-Aráez es miembro del Consejo Central de los CJC