Una vez más se confirma que la política marroquí con Europa está basada en el chantaje con el Sáhara Occidental como fondo. En esta batalla, sus armas son la inmigración, el terrorismo y la comunidad marroquí convertida hoy en una especie de Quinta columna en pleno corazón de Europa.
Se confirma lo que ya se dijo en este blog hace unos meses cuando Rabat anuló el proyecto de apertura de una tienda IKEA en Marruecos. En realidad, los marroquíes presentaton el asunto de IKEA para ocultar el de los casi 2000 menores marroquíes qui viven en las calles de Suecia y a los que el gobierno sueco negó el asilo y que Marruecos rechazaba hasta ahora repatriar esperando conseguir un cambio en la decisión de Estocolmode reconocer la RASD.
Ahora, una semana después de que el gobierno sueco haya anunciado marcha atrás en su voluntad de reconocer el estado saharaui, Suecia y Marruecos anuncian que Rabat acaba de comprometerse a cooperar en la repatriación de sus niños.
En una entrevista con la radio Swedish Radio News, el ministro sueco de asuntos exteriores negó este Martes que los dos asuntos estuvieran relacionados. « El orador no dejó de defender la idea de que los dos asuntos no tenían nada que ver », dijo la radio.
Decir lo contrario sería demasiado embarazoso para el gobierno sueco. Supondría que Estocolmo cede al chantaje marroquí y que quizás el debate del reconocimiento de la RASD no era más que una trama para obligar Marruecos a aceptar la repatriación de sus menores que se encuentran en el país escandinavo.
Una vez más se confirma que la política marroquí con Europa está basada en el chantaje con el Sáhara Occidental como fondo. En esta batalla, sus armas son la inmigración, el terrorismo y la comunidad marroquí convertida hoy en una especie de Quinta columna en pleno corazón de Europa.
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