El Embajador marroquí ante las Naciones Unidas en Nueva York, Omar Hilal, se vio en serios apuros durante la celebración del taller « La interacción de los países con los mecanismos de la ONU para proteger los Derechos Humanos », uno de los muchos que han conformado la linea de actividad del Foro Mundial de Derechos Humanos, que concluyó hoy en Marrakech.
Según informan medios digitales, uno de los asistentes, activista francés llamado Joel Taciano, se encaró con el Embajador marroquí denunciando el trato vejatorio sufrido por varios defensores franceses a su llegada al aeropuerto de Marrakech, donde les fueron incautados sus documentos de trabajo, principalmente relacionados con casos del Sahara Occidental. Con mucho impetu y contundencia, también expuso ante el Embajador marroquí que la existencia de muchas denuncias relacionadas con violaciones de Derechos Humanos en Marruecos y en el Sahara Occidental, ponen de manifiesto la escasa voluntad política de las autoridades marroquíes por cumplir con la legalidad internacional y aplicar esos mecanismos de la ONU que tanto reclama el pueblo saharaui.
En su intervención, que no estaba prevista en el programa, el defensor francés denunció el incumplimiento flagrante por parte de Marruecos de esos mecanismos de la ONU y puso como ejemplo el caso del preso político Mohamed Dihani, condenado a 5 años de prisión por delitos no probados de terrorismo, en un juicio que los observadores internacionales que asistieron calificaron de « injusto y carente de garantías », cuya sentencia se emitió el 8 de enero de 2014.
El defensor francés se refirió expresamente a que el Tribunal no tuvo en cuenta la principal prueba de la defensa de Dihani, que era un dictamen del grupo de Naciones Unidas que estudia las Desapariciones Forzosas, por el cual se mandataba a las autoridades marroquíes a proceder a la inmediata liberación del preso, así como a compensarle por el sufrimiento causado a él y a su familia durante más de 3 años.
Omar Hilal, que ocupa este cargo en Nueva York desde el 14 de Abril -tras haber sido desde 2008 embajador permanente ante las Naciones Unidas en Ginebra-, defendió nuevamente la postura marroquí con evasivas, que desviaron la cuestión hacia el último informe de Ban Ki-moon, que Marruecos considera una amenaza velada.
Por E.P.M.