A la causa saharaui le ha salido un inesperado aliado. Es marroquí y se hace llamar Chris Coleman. Este hacker está sacudiendo el Reino de Marruecos revelando documentos sensibles y confidenciales (mails, órdenes de transferencia, notas secretas y otra correspondencia oficial). Entre otras cosas ha dado a conocer sobornos a periodistas franceses, norteamericanos y británicos por parte de la inteligencia marroquí. Dos de ellos son Richard Miniter y Joseph Braude, que en sus “análisis” trataban de transmitir falsamente a la opinión pública norteamericana que los saharauis tenían conexión con el “terrorismo yihadista”. Los documentos filtrados indican que recibieron decenas de miles de dólares.
Apodado el “Snowden marroquí”, desde principios de octubre este desconocido ha inundado las redes sociales con tuits repletos de información confidencial. Los cables revelan también que Marruecos y la ONU, respaldada esta vez por EEUU, viven una especie de bronca permanente a causa del Sáhara Occidental. Es la primera vez que documentos secretos son revelados así, y que además están relacionados con la cuestión estratégica del Sáhara. No hay duda de que este genio de la informática está dando muchos quebraderos de cabeza a los dirigentes del Majzen.