Marruecos: Los retos de un lobbismo falaz

Khalil Asmar *
Las revelaciones de Chris Coleman no dejan escapar ningún detalle. El Snowden a la marroquí acaba de desvelar las zonas de penumbra que cubren el lobbing que tiene lugar en las tierras del Tío Sam, los Estados Unidos de América. A raíz de la publicación de sus documentos confidenciales, se diría que los dioses se cayeron sobre las cabezas del Moroccan American Center (MAC). La indiscreción fue cometida por Chris Coleman en el sitio DROPBOX y retransmitida luego por su cuenta Twitter. Herido en su amor propio, y enredado en su propia trampa, el centro envió un correo electrónico para reclamar los derechos de propiedad, lo que obligó al sitio DROPOX a suprimir el documento en cuestión.
Historia de un lobbying encubierto: 
Marruecos se lanzó en el lobbying a través de organizaciones con nombres anodinos como « El Centro Cultural Americano-marroquí », el « Centro Americano-marroquí de Comercio e Inversión » y « El Centro Americano-marroquí para la Política », pero, en realidad, no son más que retoños del « Centro Americano-marroquí”. Aunque pretenden dar la imagen de organizaciones culturales o ONG independientes, en realidad son un instrumento para adornar la imagen del régimen medieval del Majzén y para pedir apoyo a su ocupación del Sáhara Occidental. La compañía « The Gabriel Company” tuvo como cliente al gobierno marroquí desde el año 2002 con un volumen de negocios de 3,7 millones de dólares.
Aún así, el MAC no ha sido registrado en el FARA (Foreign Agents Act Regitration) hasta 2004, y desde entonces comenzó a buscar por todos los medios conseguir apoyo en el asunto más difícil para el reino, el Sáhara Occidental ocupado. Después de ser registrado, Marruecos comenzó inmediatamente a prodigar los fondos en grupos de presión para agradar a la administración estadounidense. Según el registro del FARA, Marruecos utilizó hasta nueve oficinas de lobbying americanas y desde 2007, gastó cerca de 20 millones de dólares sin contar los sobres rellenos de dinero pasados por debajo de la mesa, como lo hacía tan bien Ahmed Charai. La cantidad de dinero que el régimen de Rabat desembolsa a las oficinas de lobbying americanas lo colocan en la cima de los países que solicitan tales servicios, superando incluso a los países de los petrodólares.
El MAC: defender la ocupación a toda costa 
En el documento clasificado como confidencial, se comprende por qué Marruecos utiliza nueve oficinas de lobbying. Es, en efecto, para perseguir un objetivo del que dicho centro se considera como su punto fuerte. Esta táctica, tal y como aparece en el documento, es una recomendación de une oficina de estudio con gran experiencia en cuestiones de lobbying que tienen lugar en Washington DC.
El Sahara Occidental está en el corazón de la estrategia del MAC del año 2012 que deberá ser ejecutada posteriormente a través de cuatro campañas. La primera campaña fue la « Campaña del Hecho consumado”’, que tenía como objetivo la puesta en marcha de la ayuda financiera que la USAID donaba al gobierno marroquí incluyendo el territorio ocupado del Sáhara Occidental. Sin embargo, esta campaña fue prematura porque el Departamento de Asuntos Exteriores americano debía pronunciarse sobre el asunto en un plazo de 90 días.
La segunda campaña llevó el nombre de “campaña para el cierre de los campos”, que tenía como objetivo crear una dinámica en Washington para el cierre de los campamentos de refugiados saharauis por razones de seguridad y para someter a condiciones los fondos estadounidenses destinados al ACNUR y al PMA. El lobbying deberá aplicarse en una propaganda a gran escala con el fin de calumniar al Frente Polisario en la prensa, a través de los miembros del Congreso americano e intentando colar al Polisario la etiqueta de relaciones con el terrorismo yihadista. A pesar de ello, Daniel Benjamin, coordinador del Departamento de Estado estadounidense para la lucha contra el terrorismo negó rotundamente esas alegaciones calificando los informes sobre vínculos entre el Polisario y AQMI como «falaces».
La tercera campaña era seguir posicionando a Marruecos como modelo en la región en todos los temas, desde los derechos humanos a la cooperación en materia de seguridad y reforma democrática pacífica. En otras palabras, presentar a la repugnante cara de un régimen dictatorial como un ejemplo de transición democrática pacífica para disimular sus horribles crímenes cometidos tanto en Marruecos como en el Sáhara Occidental, mientras que la cuarta campaña se dedicó a preparar el terreno ante el nuevo embajador para promover las campañas adecuadas según los grupos puestos en la mira para apoyen las tesis expansionistas de Marruecos.
A través de estas campañas, se puede concluir que la estrategia marroquí de lobbyismo en los EE.UU. apunta principalmente a defender su ocupación del Sáhara Occidental; la espina dolorosa en el pie del régimen de Rabat. La estrategia del MAC en 2012 puso en evidencia la obsesión centralizada y morbosa de la política exterior marroquí que busca mantener a toda costa una ocupación que resulta costosa y contraproductiva. Aunque esos millones de dólares que el régimen majzeniano despilfarra suscitan dudas sobre su muy controvertido origen. 
* Escritor saharaui

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