« Una imagen vale más que 1000 palabras », dice el proverbio. En esta foto, el dicho adquiere todo su sentido. Fue tomada en los pasillos de la ONU justo después de la votación de la Asamblea General a favor de la adhesión de España al Consejo de Seguridad.
El colmo de la hipocresía. La sonrisa del Embajador de Marruecos Hilale es tan grande que casi se le desgarra la boca. Fíjense como aprieta la mano de Margallo. No lo hace con una mano sino con las dos manos. Margallo, se diría que busca liberarse de esta pinza que retiene a su mano.
Las felicitaciones y la desgarradora sonrisa mientras que España sufre a diario los ataques marroquíes en Ceuta, Melilla, las pateras, los barcos en alta mar, la amenaza con un nuevo 11-M …
Esta foto es la súblime ilustración de la política marroquí: el cinismo y la sumisión. Porque ven en a adhesión de España al Consejo de Seguridad una amenaza para sus ambiciones expansionistas.
Para la ONU, Madrid sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental y su posición vale su peso en oro. Además, en los Acuerdos de Madrid del 14 de noviembre de 1975, hizo constar con alridad que el proceso de descolonización del Sáhara Occidental habrá culminado sólo el día que los saharauis hayan decidido su destino. En otras palabras, el día que la ONU haya celebrado un referéndum de autodeterminación en el territorio no autónomo.
La pesadilla de Marruecos, que está en conflicto con todos los vecinos, incluyendo su tradicional aliado, Francia, es que España se incorpora al Consejo de Seguridad en un momento crucial. La ONU amenaza con reconsiderar todo el proceso de paz establecido en 2007 y se espera una reunión del Consejo de Seguridad para el 27 de octubre en un período caracterizado por alta tensión entre Marruecos y las Naciones Unidas debido a su negativa a recibir al Enviado Personal del Secretario general para el Sahara Occidental, el embajador Christopher Ross.
Por lo tanto, esa gran sonrisa de Hilale podría convertirse, dentro de unas semanas, en sollozos.