Los ataques americanos galvanizan el Estado Islámico (ISIS)

En vez de diezmar al grupo Estado Islámico, los ataques estadounidenses en Siria e Irak parecen más bien galvanizar s los yihadistas que están concatenando las adhesiones de otras organizaciones extremistas como símbolos de la resistencia a América, destacan los expertos.
Casi desconocido antes de su fulgurante ofensiva a principios de junio en la ciudad iraquí de Mosul, la organización armada ultra-radical sunnita actúa ahora como un potente imán que atrae a los islamistas de todo el mundo forzando los Estados Unidos a implicarse de nuevo militarmente en el mundo musulmán.
« Primero fue Afganistán y los talibanes, luego Al-Qaeda e Irak, y ahora tenemos el EI considerado como una de las más importantes organizaciones islámistas », constata la investigadora Marina Ottaway, del Centro Wilson de Washington. 
Los yihadistas, que controlan grandes extensiones de territorio en Siria e Irak en las que declararon un « califato », « se convirtieron en símbolo de la resistencia contra las potencias occidentales, contra los Estados Unidos », prosigue la especialista.
De hecho, otros grupos extremistas islámicos ya se han unido a la causa del odio hacia Estados Unidos, constatan expertos. 
Así, los talibanes del Pakistán afiliados a Al Qaeda, un rival del EI, anunció el sábado su intención de « seguir enviando Muyahidín para apoyar a los combatientes del EI ».
« Les apoyamos plenamente porque creemos que esta organización fue creada para servir al Islam », dijo el portavoz del Movimiento Talibán del Pakistán (TTP), el grupo que había intentado matar a la adolescente Malala Yousafzai, co-ganadora del Premio Nobel de la paz. 
A los ojos de Salman Shaikh, director de la antenta de Doha del Centro Brookings, esta adhesión se explica: el TTP « es menos popular en Pakistán que el Daesh », el acrónimo árabe del Estado Islámico. EI encarna « una forma de éxito de los sunitas », analiza el Sr. Shaikh. Incluso ve entre dos grupos radicales armados « una simetría ideológica (…) una galvanización común, ya que los dos son atacados por los Estados Unidos ».
Despertar el antiamericanismo 
Su colega Yezid Sayigh, del Carnegie Middle East Center de Beirut, también advierte a Washington contra el riesgo de despertar el antiamericanismo en el mundo musulmán, a pesar de los esfuerzos de diálogo y apaciguamiento de la administración Obama después de la era de George W. Bush. 
« El impacto fundamental del EI que tenemos que vigilar de cerca no es el Pakistán, sino lo que está empezando a pasar en Jordania, incluso en el Líbano, donde la opinión pública es extremadamente receptiva », analiza.
Y « si la campaña aérea continúa sin una estrategia política clara, sin resultados concretos, Irak y Siria no serán los únicos países que van a sufrir las consecuencias », predice el Sr. Sayigh. 
Uno de los cinco « pilares » de la estrategia del presidente Obama para « debilitar » y « destruir » el grupo del EI es « deslegitimar » su « ideología extremista », declara el investigador. Washington también busca apoyarse en dignatarios musulmanes moderados para tratar de demostrar que esta potente organización « no es ni un Estado ni islámico ».
El Departamento de Estado, mientras la opción militar de los bombardeos aéreos, reconoce sin embargo que « el EI ha logrado crecer, fortalecerse, reclutar y financiarse ». 
Otros especialistas piensan que esta intervención americana, apoyada por aliados europeos y árabes contra los yihadistas, podría hacer estos últimos indispensable « sargentos de reclutamiento ».
Así, escribe Nick Witney, del centro del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, « la principal amenaza es ideológica: el grupo autoproclamado campeón del Islam es extremadamente seductor para psicópatas, radicales, oportunistas y aquellos que están llenos de resentimientos contra Occidente » . (AFP)

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