Colegio español de Tánger |
La edición de ABC del 15 de septiembre de 1985 informa de la presencia en Ceuta de « 21 jovenes saharauis, todos ellos con edades comprendidas entre 18 y 25 años, que dicen ser estudiantes, se encuentran en Ceuta en demanda de asilo político ».
ABC añade que « los jovenes saharauis que se han venido presentando en grupos de a 5, se encuentran recluidos y prácticamente incomunicados en dependencias de la institución benéfica Nazaret, en las afueras de la ciudad ».
« Las versiones sobre la procedencia de los jóvenes son dispares. Mientras se asegura que proceden de Marruecos, otros sostienen que han llegado a la ciudad por vía marítima, posiblemente en un pesquero que los dejase en alguna playa cercana, procedentes del Sahara o de Mauritania », añade el diario.
Según la misma fuente, « medios oficiales han calificado el asunto de « muy delicado y comprometido » mientras que fuentes marroquíes desmintieron que los jóvenes procedan de este país y que sean alumnos saharauis de algún colegio de Marruecos ».
Marruecos desmintió que sean saharauis porque la fuga de este grupo de jóvenes saharauis que estudiaban en los colegios españoles de Tánger y Tetuán constituye una prueba de la represión vivida por la población nativa del Sáhara Occidental.
Madrid, víctima del chantaje marroquí en todas sus formas, rechazó conceder al grupo el estatuto de refugiados y aceptó la petición del grupo de facilitarles la evacuación hacia Argelia para ir a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf. La mayoría se incorporaron al Ejército de Liberación Saharaui.
Entre ellos figura Ahmetu Mohamed Salem, actual responsable de la Oficina saharaui de Emigrantes en Madrid. En la lista también están Sidahmed Derbali y Abdullah Larabi, ambos en la representación saharaui en Madrid.
La llegada de este grupo fue calificada como una verdadera peripecia que asestó un duro golpe al ocupante marroquí.