por Rachid Houari
Los occidentales, sobre todo Francia, buscan por todos los medios « meter las narices » de Argelia en los asuntos de los otros. Para ello aprovechan todas las oportunidades que se les presentan, como el « Foro Global sobre la lucha contra el terrorismo », las reuniones bilaterales entre diplomáticos, las sesiones extraordinarias del Consejo de Seguridad de la ONU … Para doblarle el brazo.
Esta obsesión no tiene nada que ver con la solución de los problemas de los « otros ». La UE, que combina « política » y acción, hace todo para empujar a Argelia a firmar acuerdos que van en este sentido? Inventando una especie de memorándum de entendimiento sobre la seguridad regional, la UE intenta que Argelia lo avale para verla intervinniendo en los países limítrofes « en el caso de nuevos conflictos en el Sahel y el Magreb. Y en un espectro más amplio, en África « . Se trata, claramente, de hacer que haga el trabajo sucio para evitar que los países occidentales malgasten su dinero en estos tiempos de clara crisis económica y financiera.
Para llegar a sus fines, los europeos piensan que es necesario que Argelia se deshaga pronto de sus « dogmas » – la no injerencia en los asuntos internos de los países y rechazo de hacer intervenir sus fuerzas militares fuera de sus fronteras- accediendo a su deseo, avanzando el argumento de « el grave deterioro de la situación de seguridad en la región. » Y quieren comenzar por el CEMOC, el mando del Estado Mayor Conjunto, cuya sede se encuentra en Tamanrasset, y que está constituido exclusivamente de los cuatro « países del terreno », Argelia, Mauritania, Malí y Níger. Su objetivo es hacer que se admita en su seno a Marruecos, que es, al igual que Israel en Oriente Medio, su relé tradicional en la región magrebo-saheliana.
Esta apertura se supone que les permitirá de mantener un ojo, que no tienen de momento, sobre el Sahel. Pero, Argel siempre se ha negado a que el CEMOC se abra a otros países porque considera que sólo los países del terreno están concernidos por el aseguramiento de la región del Sahel. Un principio que no incumbe ni a los europeos ni a los americanos.
Para lograr su objetivo, el coordinador de la UE para la lucha antiterrorista va a utilizar, como siempre, el palo y la zanahoria. Además de las amenazas terroristas, no se olvida de elogiar « los esfuerzos que hace Argelia, sobre todo en las acciones concertadas con las fuerzas tunecinas » en materia de lucha contra el terrorismo. Este forzamiento de Francia, que siempre precede al de los Estados Unidos no es sano. Según numerosos expertos, es otro caballo de Troya para permitir a los Estados Unidos instalarse en la región a través del AFRICOM. Sin embargo, Argelia, que siempre se ha negado a esta aventualidad, no puede hacer nada sola porque algunos de sus vecinos, Túnez, para ser más claro, ya han permitido a los Yankees instalat campamentos cerca de nuestra frontera. En cuanto a la turbia participación de Marruecos, ya se dijo bastante. Lo que no presagia nada bueno para la región y su estabilidad.
R. H.
Tribune des Lecteurs, 14/09/2014