Ucrania y medios de comunicación dominantes: la propaganda occidental contra Putin

Las decisiones que toma Vladimir Putin serían « imprevisibles »
Los medios de comunicación de masas y los regímenes políticos pro-estadounidenses llevan a cabo un creciente « Putin bashing » desde su llegada a la presidencia de la Federación de Rusia. 
Esto alcanza ahora proporciones que ponen en peligro la seguridad de Europa y el resto del mundo. Podría incluso derrapar en un conflicto nuclear si algunos no consiguen controlar sus nervios. Por ello, es necesario hacer un balance y analizar las razones por las que llegamos hasta aquí.
El punto de vista de los Estados Unidos. 
Después de haber sido uno de los dos grandes vencedores de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos formaron un bloque de aliados alrededor de sí mismos y obraron, a veces con gran habilidad y a menudo con mucho peso, por el desmoronamiento del otro vencedor convertido en su adversario ideológico. 
Bajo la presidencia de un Ronald Reagan adherido a las ideas de la Escuela de Chicago (1) la presión empezó a ser insoportable y acabó provocando la caída del sistema económico soviético. Los Estados Unidos se consideraron vencedores en este enfrentamiento ideológico y político que se llamó Guerra Fría.
Se sintieron autorizados a imponer su modelo económico liberal al resto del mundo, incluyendo a su antiguo adversario. Para ello, las distintas administraciones que se sucedieron en los Estados Unidos desde 1988 han decidido no permitir la emergencia de un sistema económico que le concurra. 
Esta doctrina se hizo evidente sobre todo con los dos últimos presidentes estadounidenses George W Bush y Barack Obama durante su actual mandato.
El punto de vista de Rusia. 
Rusia no tiene la impresión de haber perdido una guerra (fría) contra de los Estados Unidos. Los rusos creen haberse liberado, por sí mismos de un modelo económico y político que no rechazaban en sus fundamentos pero del que no soportaban las violaciones contra sus derechos fundamentales: libertad de opinión, libertad de movimiento, libertad de prensa, etc . 
Después de la caída de la Unión Soviética en 1991, los líderes políticos y económicos rusos aplicaron durante una pequeña década los métodos liberales que les soplaban sus asesores estadounidenses. Fue un desastre que llevó el nivel de vida de los rusos al de un país del tercer mundo y que también fue marcado por un aumento de la corrupción hasta un nivel inimaginable.
A partir de 1999, a veces con métodos forzados o autoritarios, a veces con gran sentido de patriotismo, Vladimir Putin devolvió el poder de decisión del país al gobierno central. La recuperación del control de ciertos sectores económicos, como los recursos naturales (Gazprom), la industria (OAK) o el sector bancario (Sberbank) y la represión de los oligarcas permitieron el rescate de las arcas del Estado. Gracias a eso, la Rusia de hoy, con una tasa de endeudamiento del 13,4% del PIB (2), es un país con una deuda baja y tiene posibilidades presupuestarias para intervenir en su economía. 
Para dar un ejemplo, digamos que eso se podría comparar a la Francia de los años 60 (Golden sixties?!)
Resultado
Así, vemos desarrollarse en Rusia un sistema económico que compite con el de los Estados Unidos. Aunque los dos sean liberales, los dos sistemas se diferencian, por un lado, por el control del Estado sobre su economía y, por otro, un sistema globalizado con empresas que escapan al control de los Estados. El tratado transatlántico vendrá para perennizar este enfoque en la Unión Europea en un futuro próximo. 
La doctrina seguida hoy en día por los Estados Unidos no puede permitir el surgimiento de un sistema económico concurrente que escape a su influencia. (3)
Con su control de los mercados financieros, la preeminencia del dólar en los intercambios comerciales, con su arrasadora fuerza militar, Estados Unidos impuso su voluntad sobre el resto del mundo desde hace más de veinte años. 
Considerando Rusia, heredera de la Unión Soviética, como vencida, llevaron a cabo una política de zapa que debía acabar por la fagocitosis de la propia Rusia en el molde globalista inventado y adaptado a la medida para servir los intereses estadounidenses.
Pero Rusia ahora se siente lo suficientemente fuerte como para no ceder en ninguna de sus posiciones. Sus ingresos presupuestarios le permitieron modernizar su ejército haciendo de él, de nuevo, una fuerza que cuenta, al menos cerca de sus fronteras. Rusia siempre ha conservado sus fuerzas de disuasión nuclear, tácticas y estratégicas, heredada de la Unión Soviética. Dada su gran inferioridad en fuerzas convencionales comparada con la OTAN, adaptó constantemente su doctrina de primer ataque nuclear. 
Su nueva « Doctrina militar y la política nacional en materia de disuasión nuclear para el año 2020 » reafirma el posible uso de armas nucleares en caso de peligro existencial para el país: « Rusia se reserva el derecho de hacer uso de sus armas nucleares en caso de ataque con armas nucleares o de otras armas de destrucción masiva contra ella y / o sus aliados, así como en caso de agresión con armas convencionales que ponen en peligro la existencia misma del Estado « . (4)
Más adelante veremos lo que podría tener eso como consecuencia. 
Ucrania y nuestros medios de comunicación. 
Tras el desencadenamiento de violencias verbales contra Vladimir Putin por su negativa a alinearse con Occidente en la crisis siria y cuando cualquier observador objetivo no puede, hoy, sino darle la razón, después de las estupideces que pudimos leer con ocasión de los Juegos de Sotchi, después de las mentiras sobre abusos contra los derechos de los homosexuales en Rusia, y hete aquí que los medios de comunicación, siempre tan autistas, alcanzan su paroxismo de parcialidad con la crisis de Ucrania. 
Se podría entender (no excusar) tal comportamiento por parte de élites políticas estadounidenses: estarían de acuerdo con su doctrina, pero no por parte de periodistas profesionales que son pagados para informar. (En Francia, con subvenciones públicas) Esta vez perdieron todo lo les quedaba de credibilidad y honor.
¿Cómo pueden avalar un golpe de Estado violento provocado por los neonazis? (5) 
¿Cómo no pueden mostrarse indignados por la masacre de opositores pacíficos en Odessa? (6) 
¿Cómo no ven que el ejército ucraniano bombardea ciudades y pueblos sin distinguir entre civiles e insurgentes? (7) 
¿Cómo pueden quedarse callados frente a la sofocada investigación sobre el accidente del vuelo MH 17 cuya responsabilidad se atribuye cada vez con más claridad a las fuerzas militares ucranianas? 
¿Cómo pueden admitir que una situación de catástrofe humanitaria, corte del suministro de agua y de electricidad desde hace un mes, sea provocada por los responsables ucranianos en Lugansk?
¿Cómo pueden silenciar las amenazas contra parlamentarios y hacer caso omiso de la prohibición hecha a partidos políticos para participar en las elecciones porque son atentos, ellos también, a lo que dice la parte demonizada del país? (8) 
La lista es larga y aterradora. 
Nuestros escribas periodistas no ven más que la mano del diablo, la de Vladimir Putin por supuesto, que quiere apropiarse de un país que ellos califican de democracia naciente.
Vladimir Putin. 
¿Por qué Putin busca « instalar el caos » en Ucrania? (Le Monde) ¿Cómo Putin vuelve a dibujar (brutalmente) las fronteras en Europa! (Rue89 etc) Putin en guerra contra Ucrania? (Courrier International) Putin es cada vez más imprevisible (Le Monde) Putin. Como un vulgar bandolero. (Le Télégramme) Citar estos diarios es hacerles mucho honor. 
Podríamos también mencionar las distorsiones de declaraciones, las frases sacadas de su contexto (Barroso) o una traducción errónea (« estatus Estado » para Novorossia) que fueron repetidas hasta la saciedad por los medios de comunicación mientras que el Kremlin desmentía rápidamente estas interpretaciones con pruebas en la mano.
No, Vladimir Putin no es imprevisible. Podemos fácilmente conocer sus intenciones. 
En el caso de Ucrania, que es un país estratégico y limítrofe de Rusia, se niega a verla adherirse a la OTAN. Se niega a verla ligada por una asociación con la Unión Europea, de la que Rusia sería la parte engañada. Se niega a ver la población ruso-parlante marginada en Ucrania. Quiere, cueste lo que cueste, mantener el único puerto en aguas profundas del que dispone la flota rusa en el Mar Negro. 
Vladimir Putin tiene buenas razones para no ceder ni una pulgada en estos cuatro puntos y, para conseguirlo, tiene el apoyo de más del 80% de los rusos.
En Crimea, el gobierno de Ucrania y sus protectores se encuentra ante el hecho consumado. Se puede hablar sobre el método o la legalidad de esta anexión, pero es un hecho. 
No hay ninguna manifestación de descontento en Crimea. Eso indica que la adhesión de la Crimea a Rusia es perfectamente aceptada por la población. Eso también es un hecho.
En cuanto a las otras tres razones, podemos estar seguros de que los importantes interlocutores de Vladimir Putin, Barack Obama, Angela Merkel, etc conocen las líneas rojas que no deben sobrepasarse sin un acuerdo de Moscú. 
Los otros líderes europeos pueden hacer las declaraciones que quieran, no son partes en el conflicto y pesan poco. 
Estas declaraciones revelan, generalmente, la impotencia de los dirigentes occidentales ante la determinación de Moscú.
No hay ninguna posibilidad de que Vladimir Putin disminuya sus exigencias, la futura seguridad de su país está en juego . Los rusos están dispuestos a pagar un alto precio por no tener que someterse a una influencia occidental en sus asuntos internos y para poder vivir seguros. 
Una salida de la crisis razonable sería una federalización de Ucrania, un estatus militar hors blocs (sin Crimea) y discusiones tripartitas (Ucrania, la UE y Rusia) sobre el impacto económico de unos y de otros en Ucrania.
Por supuesto que esto no es aceptable para los dirigentes ucranianos actuales y sería un fuerte varapalo para los dirigentes europeos. 
Por su parte, los Estados Unidos no aceptarían una solución de este tipo, contraria a su deseo de dominar el mundo. 
El pueblo ucraniano seguirá sufriendo todo este tiempo. 
Cómo Vladimir Putin tiene previsto lograr sus objetivos.
Contrariamente a todo lo que podamos oír, Vladimir Putin no tiene un plan específico para realizar sus objetivos. Controla el tiempo. El tiempo y la paciencia son sus principales cartas. El invierno hará que sus enemigos sean más vulnerables. Un duro invierno haría las posiciones ucranianas insostenibles. Un desmoronamiento del Estado ucraniano no se excluye, tal vez más bajo los golpes de sus propios elementos extremistas que por improbables revueltas populares o una entrada de los rebeldes en Kiev. 
La paciencia no impedirá que Vladimir Putin se beneficie de cada error de sus adversarios. 
Podríamos una vez más hacer una comparación con una partida de ajedrez.
Un jugador muy bueno, en este caso Vladimir Putin, se encuentra en una sólida posición defensiva. Su adversario, un jugador mediano, los Estados Unidos en nuestro ejemplo, está dispuesto a asestar golpes ofensivos que le permitirían ganar la partida. El jugador mediano, creyendo derrotar a su oponente, descuidará de su defensa y estará expuesto a los devastadores contraataques imprevistos. 
Este es la situación en Crimea. Los rusos aprovecharon un momento de vacilación cuando el golpe de Estado en Ucrania para tomar posesión de la península.
Lo mismo pasó hace unos diez días cuando los estrategas rusos vieron la vulnerable disposición del ejército ucraniano en Donbass. Fue suficiente con hacer algunas ofensivas en los lugares adecuados para que tenga lugar el derretimiento de las tropas ucranianas en pocos días. Que este resultado haya sido obtenido gracias a la entrada de las tropas de élite rusas en Ucrania o que sea porque los rebeldes ucranianos especialmente entrenados en Rusia guiaban los tiros contra las fuerzas regulares, no altera en nada la eficacia de la maniobra . 
En cuanto al material de los rebeldes que todos hemos podido ver en los vídeos publicados en Internet, tengo una idea aún no desarrollada por los analistas y que se resume en esta cuestión : ¿Qué pasó con los miles de vehículos militares abandonados por el ejército ucraniano en Crimea? Como no son de ninguna utilidad para el ejército ruso que se reequipa con material nuevo y más moderno, no me sorprendería que haya sido restaurado y entregado a los rebeldes en Novorossia. (9)
Está claro : Vladimir Putin es un formidable jugador de ajedrez y está rodeado de asesores de gran valor. 
Crimea. 
Para Vladimir Putin y para la gran mayoría de los rusos, el retorno de Crimea a Rusia es un hecho consumado y no podría haber marcha atrás. 
Crimea es parte integrante de la Federación de Rusia, aunque no sea reconocida por Ucrania y sus aliados. Por lo tanto, la doctrina de la protección nuclear se aplica también a esta parte del país. Los rumores que corren en Ucrania, en algunos medios de comunicación estadounidenses y en el Congreso sobre una recuperación de Crimea por la fuerza podrían llevar al mundo a un cataclismo del que no se recuperaría.
Para aquellos que se oponen invocando el derecho internacional, se les debe recordar que la Corte Internacional de Justicia emitió una opinión ambigua sobre el caso del Kosovo en 2010. Se les puede también citar el ejemplo de Mayotte que fue sustraída de las Islas Comores por Francia gracias a polémicos referendos en 1974 y 1976. 
Conclusión. 
Debido a la falta de clarividencia de la Unión Europea, el continente entró en su mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. Los líderes europeos han dejado funcionarios polacos, lituanos y Cía., todos hostiles a Rusia, redactar un acuerdo de asociación con Ucrania, que perjudica no sólo a la economía rusa, sino que también representa un riesgo para su seguridad.
Resulta paradójico constatar que el Parlamento ucraniano votó a favor de un tratado sin haber leído sus detalles, ya que es prácticamente imposible de obtenerle una copia. 
Es difícil saber si los Estados Unidos aconsejaron a los redactores de este acuerdo o si entraron en escena sólo durante las manifestaciones de la Plaza Maidan. Se puede, sin embargo, afirmar que el actual gobierno ucraniano, en la persona de Arseni Iatseniouk, está más bajo influencia estadounidense que europea y que será difícil, incluso imposible, hacer que acepte cualquier compromiso que sería una retirada para los Estados Unidos.
Los juegos de sanciones y contra-sanciones no pueden tener efecto a corto plazo sobre la crisis. Tendrán repercusiones sobre aquellos que las establecieron. La población rusa está más dispuesta a aceptar restricciones debido a que ya las ha vivido anteriormente. La población de la Unión Europea, para la que una recesión sería nueva, la soportará, sin duda, menos. No comprendería, sin duda, al menos en Occidente, la cuestión geoestratégica que está en juego. 
Los occidentales cuentan también con un golpe de Estado organizado por oligarcas rusos que estarían penalizados por sanciones contra ellos. Es una eventualidad poco probable, ya que tienen más que perder si su intento falla y que sus empresas en Rusia fueran incautadas por las autoridades rusas.
El apoyo de los rusos a Vladimir Putin es tan grande que manifestaciones desestabilizadoras como las del 2011 y 2012, tienen pocas posibilidades de tener éxito de nuevo. Los principales líderes de estos acontecimientos, de hecho, ya no son tan libres en movimiento. 
Los occidentales deberían tener en cuenta que Vladimir Putin estará probablemente allí aún durante 10 años y que para evitar riesgos de futuras confrontaciones militares con Rusia, tal vez sea mejor renovar el diálogo con ese país antes de que sea demasiado más tarde. La idea de aislar a Rusia no tiene ninguna posibilidad de éxito.
Está claro que Barack Obama y Vladimir Putin nunca serán amigos, pero no es una razón para sacrificar los intereses de 500 millones de ciudadanos europeos en el altar de la doctrina imperialista estadounidense.
Pierre Van Grunderbeek
(3)Il est aussi à noter que Victoria Nuland qui s’est distinguée sur le Maïdan est l’épouse de Robert Kagan, l’auteur de la doctrine.
Traducción no oficial : Noticias del Sáhara

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