La hermana y el padre de Ali Aarrass |
Por Rachid Elalamy
El Comité de Derechos Humanos de la ONU, en una comunicación con fecha del 28 de agosto del 2014, condenó al Estado español por la extradición a Marruecos, en 2010, de Ali Aarrass, un ciudadano de origen marroquí y nacionalidad belga que sufrió torturas en su país de origen. El pasado mes de marzo, Naciones Unidas pidió al Gobierno marroquí la liberación inmediata de Aarrass, encarcelado desde 2010 en la prisión de Salé, cerca de Rabat, donde cumple una condena de 12 años acusado de pertenecer a un grupo terrorista y de tráfico de armas.
Según las conclusiones de la ONU, el procesamiento de este ciudadano se realizó sin pruebas materiales en su contra salvo, advierte, una confesión bajo tortura cuya veracidad no se ha investigado. Tras varios años de espera, el grupo de trabajo sobre la detención arbitraria del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas se pronunció sobre este caso. Aarrass de nacionalidad belga y con residencia en Melilla, donde vive gran parte de su familia, fue extraditado por España a Marruecos. Sus abogados denunciaron que fue procesado sin más pruebas que una declaración en árabe, idioma que desconoce, que fue obligado a firmar bajo torturas.
Los relatores especiales de la ONU constataron el incumplimiento por parte del Gobierno marroquí de varios artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos. Entre las conclusiones de la resolución del comité, destaca el reconocimiento de falta de pruebas materiales más allá de las que fueron “obtenidas por torturas”. Su detención sin asistencia jurídica y los motivos de la condena que Aarrass está cumpliendo son cuestionados por la ONU, que pidió su excarcelación inmediata y una indemnización al afectado. Los familiares del detenido llevan años pidiendo su liberación.
Compensación por daños causados
La ONU critica al Estado español, porque no valoró seriamente la posibilidad de que Ali Aarrass fuera torturado en Marruecos por la Policía. Además, pide al Gobierno español que ofrezca una “compensación adecuada” al detenido por los daños causados en un plazo de seis meses. Según un comunicado de los abogados del detenido, “Ali Aarrass fue torturado salvajemente”.
Los letrados destacan que Aarrass fue extraditado a su país de origen “a pesar de las informaciones transmitidas a las autoridades españolas”, que no evaluaron “adecuadamente el riesgo de malos tratos”, y acusan a la Audiencia Nacional de minimizar la existencia de la tortura en Marruecos.
La defensa del detenido recuerda que, además de la ONU, el Comité contra la Tortura, en el marco de una denuncia contra Marruecos, “constató el 27 de mayo del 2014 que este país ha violado efectivamente la regla absoluta de la prohibición de la tortura, no hizo ninguna investigación seria en este sentido, y condenó a Ali Aarrass sobre la base de pruebas truncadas. Este comité dio 90 días a Marruecos para iniciar una investigación profunda e imparcial, que incluya un examen médico de acuerdo con las normas internacionales. Una instrucción (¿imparcial?) fue efectivamente abierta. Sin embargo, Ali Aarrass no ha sido liberado y sigue languideciendo en prisión, a merced de sus verdugos”.
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