Analizando brevemente el último discurso del Rey de Marruecos, Mohamed VI, con motivo de lo que él llama la Revolución del Rey y del Pueblo, se pueden destacar dos observaciones importantes. La primera de ellas, es la nueva forma de dirigirse a su pueblo mediante preguntas para alejar su responsabilidad de los aspectos que critica en la gestión de la economía marroquí.
En el décimo quinto aniversario de su entronización, Mohammed VI pronunció un discurso en el que preguntaba « ¿dónde están las riquezas de Marruecos? Y a quién beneficiaron? «
¿En qué categoría se clasifica la economía nacional en comparación con otros países? ¿Podemos considerarlo como un país competitivo, o colocarlo entre los países emergentes ?, se preguntó el rey de Marruecos en su último discurso.
El segundo punto que merece atención es el hecho de que el rey de Marruecos no mencionó para nada el que fuera siempre su tema favorito: el Sáhara Occidental, cuya « conquista » siempre ha sido considerada por la monarquía marroquí como la epopeya del siglo. Cabe preguntarse por qué Mohammed VI no dijo ni pío sobre el tema que siempre calificó como la « causa número uno del reino ». Parece ser que el Rey de Marruecos quiso evitar una cuestión que molesta demasiado a causa del momento crítico que Marruecos atraviesa en sus relaciones con la comunidad internacional.
Marruecos no está muy bien visto en la ONU. En los últimos meses bloquea la mediación del enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross. Rabat no quiere responder a la pregunta planteada por el diplomático estadounidense sobre la forma en que Marruecos prevé la aplicación del principio de autodeterminación.
Se prevé que Ross entregue su informe al Consejo de Seguridad en octubre. En abril de 2015, el Secretario General de la ONU podría proponer al Consejo de Seguridad pasar al Capítulo VII para resolver el problema del Sáhara Occidental. Una iniciativa que molesta en Marruecos.
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