Según informaciones reveladas por WikiLeaks y publicadas por el diario mauritano digital Al-Aqlam, Jordania ha proporcionado armas y municiones al ejército de Mojtar Uld Dadad en 1976 para hacer frente a los combatientes saharauis.
Un documento americano con fecha de 27 de mayo de 1976 revela que el ex presidente de Mauritania, pidió al Rey Hussein Ibn Talal en diciembre de 1975 armas justo después de su reunión con el difunto presidente Boumediene en la ciudad argelina de Bechar, informó la misma fuente.
Los Estados Unidos dieron luz verde a la entrega con la condición de que tenga lugar en la total discreción.
Arabia Saudita, por su parte, suministraba armas, municiones y petrodólares a Marruecos para luchar contra el pueblo saharaui.
La historia del Sáhara Occidental y su gente es increíble. Todo el mundo se ha aliado en contra de este pequeño pueblo, en aquel entonces nómada, con el fin de compartir el pastel de sus recursos naturales. En nombre de la lucha contra Argelia y el socialismo, los Estados Unidos, Francia, España, Marruecos, Mauritania, todos los países árabes y europeos, se declararon contra los saharauis cuyo único apoyo era Argelia y Libia.
Marruecos y Mauritania encarcelaron, torturaron, lanzaron a ciudadanos desde helicópteros, pero este pueblo no ha renunciado a su legítimo derecho a la autodeterminación y la independencia. Las batallas de Nuakchott, Zouérate, Boulanouar, Tan-Tan, Smara, Mahbes, Leboirat, Zak, Ouargzize y decenas más quedarán en la historia escritas con plumas de oro y la sangre de los heroicos saharauis.
Cuarenta años después, los derechos del pueblo saharaui son intangibles y Marruecos, apoyado por Francia, hizo lo imposible para incitar la comunidad internacional a ignorar los derechos del pueblo saharaui. En vano.
Hoy, la ONU está más convencida que nunca de que este pueblo es invencible y que cualquier solución que no esté basada en su voluntad y su deseo está condenada al fracaso.