Irá a Marruecos a mediados de octubre: Cómo El Majzén quiere tender una trampa Christopher Ross
La mala fé y la duplicidad de Marruecos no tienen límites, aunque se vea obligado a tragarse la misma culebra dos veces. La primera vez, registrando un fracaso total en su campaña para impulsar el embajador Christopher Ross a abandonar su misión como hizo con James Baker.
Los rumores de dimisión propagados por las oficinas marroquíes le valieron a la MAP una tajante nota del servicio de información de la ONU. La segunda vez, viéndose obligados a tragar de nuevo sus recriminaciones recientemente renovadas por su representante permanente en Nueva York, en relación con el último informe del Secretario General de las Naciones Unidas, del que Rabat criticó con severidad la imparcialidad, aceptando, forzado, recibir el enviado especial Christopher Ross.
De repente, el hilarante embajador marroquí tuvo que plegar y poner en el guardarropas los requisitos previos que había enunciado como condiciones para la aceptación de la visita del Representante Especial de Ban Ki-moon. El hecho es que Marruecos se vió obligado a hacer una retirada táctica para evitar ser acusado de obstruir los esfuerzos del Secretario General de la ONU y de su enviado personal.
No obstante, la mala fe sigue presente: al mismo tiempo que acepta que Christopher Ross haga finalmente su visita a Marruecos, el Majzen la programó para mediados de octubre, es decir, a unos días a penas de la reunión del Consejo de Seguridad. Sin embargo, la elección de una fecha tan cercana a la celebración de la reunión del Consejo de Seguridad no es fortuita. Se trata, de cierta manera, de obligar el Enviado Personal a elaborar un informe puramente fáctico, bien lejano de las dos principales preocupaciones sobre las que las autoridades marroquíes deben dar respuestas claras, a saber, la sustancia de la solución política que debe servir como arreglo al conflicto, pero sobre todo en la forma de autodeterminación que va a ser aplicada para este fin.
Pero sin embargo, esta cuestión de la forma de autodeterminación que debe aplicarse de conformidad con la doctrina y la práctica de las Naciones Unidas es un parámetro inevitable, sean cuales fueren las contorsiones políticas y las argumentaciones jurídicas desesperadamente esgrimidas por nuestros vecinos. Es seguro que la aceptación labial de la visita de Christopher Ross será precedida y seguida de muchas trampas, y que para complicarle aún más la tarea, Mohammed VI no le acordará una audiencia en su próxima gira por la región.
De todos modos, en el momento de escribir este artículo, ninguna invitación llegó a Christopher Ross de Rabat, según supo Algeriepatriotique de fuentes fidedignas. De momento, la aceptación de la visita de la Representante Especial del Secretario General de la ONU no ha sido confirmada oficialmente por los marroquíes.
Conocedores del asunto saharaui indicaron a nuestro sitio web que se trataba de una « nueva mala pasada del Majzén para ganar tiempo y no ser denunciado como la parte que obstruye los esfuerzos de Ban Ki-moon, acusa a la ONU de parcialidad y amenaza con expulsar a la MINURSO « .
Karim Bouali