Por Alfonso Lafarga
Si en abril de este año el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) obligó a España a mantener en el territorio nacional a 30 saharauis a los que rechazó conceder asilo y que habían llegado a la isla de Fuerteventura tras huir del campamento de Gdeim Izik, desmantelado por la policía marroquí en El Aaiún, en julio la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional decidió seguir investigando el asesinato del saharaui de nacionalidad española Baby Hamday Buyema, ocurrido en la misma fecha en la que fue arrasado el campamento de Gdeim Izik, en noviembre de 2010.
También en julio la Audiencia Nacional dictó dos sentencias que obligan al Ministerio del Interior a reconocer la condición de apátridas a dos saharauis a los que se les había negado. Interior argumentó que carecían de un certificado de la misión de la ONU en el Sáhara (MINURSO) que demostrase que procedían de allí, lo que sí tenía uno de ellos. El Ministerio del Interior recibió un varapalo por poner tal documento como condición indispensable para reconocer la condición de apátrida a los dos saharauis, cuando si tenían otro tipo de escritos oficiales expedidos por las autoridades del Sáhara que probaban su procedencia.
Y fue en julio cuando el rey de España, Felipe VI, realizó una visita a Marruecos, justo dos días después de la muerte por disparos del ejército marroquí del saharaui Brahim Budda Ould Taher, ocurrida en la ciudad de Oum Dreyga, cerca del muro que divide en dos el Sáhara Occidental. Pero durante los dos días que duró el viaje no hubo referencia alguna a la situación de los Derechos Humanos en la excolonia española, tal y como pidieron a Felipe VI varias organizaciones de DDHH y asociaciones de amistad con el pueblo saharaui.
Pero al ser despedido en el aeropuerto de Rabat por Mohamed VI, entre las autoridades marroquíes que saludaron al rey de España se encontraba Hosni Benslimane, general de Cuerpo de Ejército Comandante de la Gendarmería Real marroquí, investigado en España por la Audiencia Nacional, junto con otros mandos militares marroquíes, por el secuestro, tortura y asesinato de casi 600 saharauis cometidos desde que Marruecos invadió el Sáhara Occidental a finales de 1975.
Este no es el único caso que tiene pendiente el general marroquí con la justicia de otros países. Sobre él pesa una orden de detención internacional francesa de 2007 por la desaparición y muerte en París, en octubre de 1965, de Mehdi Ben Barka, opositor a Hasán II.
La siguiente es una relación aproximada de hechos ocurridos en julio, además de uno de junio no incluido en el resumen anterior, en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos y ciudades del sur marroquí con población saharaui, según datos de organizaciones de Derechos Humanos y medios de información saharauis, tanto independientes como oficiales.
http://www.elespiadigital.com/index.php/noticias/politica/6495-julio-saharaui-varapalos-judiciales-en-espana-con-una-visita-real-a-marruecos-sin-mirar-al-sahara-