Ceremonia del té, una de las tradiciones que mantienen los estudiantes
saharauies en Cuba. Foto: (cortesía ICAP), Karoly Emerson.
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Nuria Barbosa León – Granma.- « En Cuba nos sentimos como en casa”, afirmó el joven saharaui Mohamed Bachir Salek, quien cursa el primer año en la Escuela Latinoamericana de Medicina en La Habana.
“Aquí, uno se adapta muy rápido porque los cubanos muestran mucho cariño a las personas. En todo momento eres tratado como un hijo y parece que eres miembro de la familia. No se siente la lejanía de la patria, porque se comunican mucho con nosotros, nos incorporan a sus actividades diarias, nos dan alegrías”, explicó al conversar con Granma Internacional.
En agosto de 1976, Cuba recibió al primer grupo de jóvenes saharauies, ellos cursaron Secundaria y Preuniversitario. Al año siguiente, 11 médicos cubanos llegaron al Campamento de Tinduf y hasta la actualidad es numeroso el personal de la salud que ha laborado en esa zona. En estos momentos se reciben a bachilleres que continuarán sus estudios en las universidades, principalmente en la especialidad de Medicina.
“Cuba es un país conocido por la población saharaui, abundan las personas que vinieron a estudiar y regresaron como técnicos o profesionales a ayudar al desarrollo económico de los territorios donde vivimos. Conozco doctores, profesores e ingenieros graduados en esta Isla caribeña”, -dijo Mohamed y comentó que eligió ser médico para ayudar a sus compatriotas más necesitados.
”Esa profesión nos hace más humanos porque aprendemos a brindar lo mejor de uno para salvar vidas y curar enfermedades”.
Fana Nafi Buzeid, “Estudiar medicina nos consume mucho tiempo pero siempre tenemos un espacio para nuestra cultura”. Foto: (cortesía ICAP), Karoly Emerson
Su compañera Fana Nafi Buzeid explicó que al concluir el bachillerato, los estudiantes de mejores notas optan por formarse fuera del país, porque en los territorios donde viven no hay instituciones para continuar estudios superiores.
“Vivimos en campamentos, colonizados por Marruecos, en condiciones hostiles para la vida”.
Fana también explica que Cuba permite mantener las tradiciones culturales autóctonas de su país y aunque el aprendizaje de la Medicina requiere de mucho tiempo, siempre se encuentra un espacio para practicar la danza, los cantos e incluso la religión musulmana.
Puso como ejemplo las celebraciones de las fiestas nacionales del mes de mayo en que se conmemora el aniversario del inicio de la lucha armada por la independencia y la fundación del ejército del pueblo, Frente Polisario. “Nosotros en Cuba celebramos las efemérides danzando, cantando al ritmo del tambor y las palmas, y coreando consignas”.
Los estudiantes de esa nación viven la alegría que acompaña la lucha infatigable por la soberanía, la independencia y la justicia; el entusiasmo que genera la solidaridad y el optimismo; la certeza de que el triunfo coronará tanto sacrificio, así lo hizo saber Melainine Etkana, embajador de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
“El pueblo saharaui desde 1975 está librando la más cruenta lucha que la historia pueda narrar ante la ocupación de su territorio por Marruecos. Luego del cese del fuego en 1991 esperamos un Referéndum Democrático para decidir sobre nuestra soberanía, sin embargo, la injerencia de naciones extranjeras y las continuas manipulaciones e intransigencias de Marrueco en Naciones Unidas han impedido este ejercicio, violando absolutamente los principios legales internacionales”, expuso el diplomático al homenajearse las acciones iniciadas el 10 de mayo de 1973 por la emancipación del Sahara Occidental, que tuvieron su bautismo de fuego el día 20 del propio mes, protagonizado por el Frente Polisario.
“Cuba ha sido ese hermano país que acogió como suya nuestra causa desde su inicio. Ha graduado miles de profesionales y cuadros saharauis y mantiene la misión médica más digna del mundo. Siempre hemos tenido el apoyo leal y sincero de Cuba, su pueblo, sus dirigentes y su Revolución”, concluyó.