Como de costumbre, los viejos reflejos de los gamberros que gobiernan el país de la prostitución, la pedofilia y la corrupción vuelven. Pero esta vez, lo hacen con fuerza debido al rotundo fracaso del intento por parte de Marruecos de hacer que la comunidad internacional avale el hecho consumado de su colonización del Sáhara Occidental.
Los responsables marroquíes están dominados por el pánico ante la idea de perder el apoyo de la opinión pública marroquí en esta grotesca mentira llamada « integridad territorial » de la que los marroquíes hicieron una novela digna de las almas más débiles. Esta hipótesis ha provocado una escalada en la declaración del ministro de Exteriores marroquí, Salaheddin Mezouar, acusando a Argelia de ser responsable del fracaso de la resolución de la crisis del Sáhara Occidental. El Ministro marroquí se mostró excepcionalmente grosero y ultrajante.
Varias razones están detrás de este estado de espíritu. La primera, y la más importante, es que el Consejo de Seguridad se está dirigiendo hacia la aplicación del Capçitulo VII de la Carta de las Naciones que prevé la adopción de resoluciones con caracter obligatorio que pueden ser seguidas de medidas para hacer cumplir sus decisiones. En la agenda del Consejo de Seguridad se encuentra la reunión de octubre para evaluar los progresos realizados por el Enviado Personal del Secretario General de las Naciones Unidas en sus esfuerzos de mediación. Sin embargo, éste último se encuentra bloqueado desde hace varios meses por la negativa de Marruecos a recibirle.
La tensión en las relaciones entre Marruecos y Francia son un indicio de la intención de la ONU de dirigirse hacia la adopción por el Consejo de Seguridad de una resolución vinculante basada en el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Esto es lo que llevó a los responsables saharauis a considerar el año 2015 como un « año decisivo » para la cuestión del Sáhara Occidental.
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