Después de haber mentido a su pueblo hasta la saciedad sobre una supuesta conquista del continente africano por Marruecos gracias a las giras del rey Mohamed VI, la bofetada que la Unión Africana acaba de asestarle es enorme.
La organización panafricana decidió nombrar a un ex-presidente mozambiqueño como representante especial para el Sáhara Occidental. Una iniciativa que pone nerviosos a los marroquíes porque fue votada por unanimidad.
Hasta por aquellos países que presentaba como amigos como Senegal, Costa de Marfil, Gabón, Mali y Burkina Faso y que son sus destinaciones favoritas, y únicas en Africa, cuando va de safari.
Hasta por aquellos países que presentaba como amigos como Senegal, Costa de Marfil, Gabón, Mali y Burkina Faso y que son sus destinaciones favoritas, y únicas en Africa, cuando va de safari.
Es el hecho sobresaliente de la 23 Cumbre de la UA que acaba de clausurarse en Malabo, en Guinea Ecuatorial bajo la presidencia del presidente mauritano Mohamed Uld Abdelaziz.
Esta decisión es aún más importante ya que en la cumbre estaba presente el SG de la ONU, Ban Ki-moon cuyo informe de abril fue muy crítico con Marruecos y a cuyo representante personal Marruecos impide una nueva gira por la región alegando razones tan efímeras como ridículas.
Como era de esperar, Rabat no tardó en publicar un comunicado anunciando su rechazo a este nombramiento.
Con la designación de Joaquim Chissano, la causa saharaui ganará más audiencia