Proceso de paz y violación de derechos humanos. Dos hechos incompatibles, pueden ir juntos? El observador más ávido no dudaría en responder. Imposible diría. En un proceso cuyo objetivo es instaurar la paz en un país o una región, cualquier violación de los derechos humanos contribuiría automáticamente a sabotear el proceso de paz o al menos debilitarlo significativamente o desproveerlo de toda eficacia.
Sin embargo, esto es lo que está pasando en el Sáhara Occidental. La ONU ha instaurado, en 1991, un alto el fuego y un proceso de paz para organizar un referéndum de autodeterminación que permita a la población de este territorio expresarse sin ningún compromiso sobre su avenir. Un derecho fundamental contenido en la Carta de las Naciones Unidas. El proceso de paz continúa, pero el referéndum está estancado. Continua el alto el fuego, las violaciones de los derechos humanos también.
En el Sáhara Occidental, no sólo el referéndum no tuvo lugar en seis meses, ni en 22 años, sino que Marruecos prosigue sus intervenciones musculosas contra la población civil saharaui sin ser molestado por la ONU. Al contrario, el Secretario General Ban Ki -moon, en lugar de condenar las exacciones marroquíes, alaba el « progreso » de Marruecos en materia de derechos humanos y la creación del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH ), la instancia marroquí que declaró que ocho personas murieron en la prisión y cuyos cadaveres fueron hallados en una fosa común en junio de 2013 en la región de Amgala.
Las violaciones de los derechos humanos en el Sáhara Occidental por parte de Marruecos se suceden. Las cartas del Presidente saharaui al Secretario General Ban Ki- moon, también. Pero éste último sigue haciendo el sordo ante los gritos de auxilio de la máxima autoridad saharaui. En detrimento de su credibilidad con la parte que más sufre de esta situación de ni guerra ni paz, esta situación de status quo impuesta por el silencio de la ONU frente a los desafíos de Marruecos contra del proceso de la ONU y contra de la población local.
El pueblo saharaui sufre una doble tortura. Una de sus partes se encuentra refugiada en un desierto de los más áridos y la otra sometida a un régimen de extrema violencia y una política de empobrecimiento que dura más de 38 años. Nada de esto parece conmover a Ban Ki -moon.
La MINURSO (Misión de la ONU en el Sáhara Occidental) es la única misión de la ONU que carece de un componente encargado de informar sobre la situación de los derechos humanos en la antigua colonia española. El veto de Francia en el Consejo de Seguridad impide a éste resolver esta anomalía. Si usted cree que la MINURSO debe vigilar los derechos humanos, haga clic aquí y firme la petición dirigida al secretario general Ban Ki-moon y cuelgue esta petición en su página. Muchas gracias