El 2 de Enero de 1981 me recuerda el día que partimos rumbo a la Yamahiria de Gadafi. Para el ejército saharaui eran tiempos duros. La moral de los combatientes estaba casi por los suelos a causa de los estragos causados por la intervención de la aviación marroquí en las batallas. Los cazas marroquíes conseguían burlar a los misiles AS-7 y AS-9, guíados por rayos infrarrojos.
Por eso, el Frente Polisario decidió introducir una defensa anti-aérea más eficaz : el Quadrant, que los occidentales conocen con el nombre de AS-6 Gainful o SAM-6. Alcanzan hasta 25 km en horizontal y 10 km en vertical (arriba).
Sus conceptores, los rusos, lo llaman « Cuadrante » por su orden de combate. Cuatro rampas que se diponen en las cuatro puntos cardinales en forma de cuadrado. En medio se encuentra la rampa « guia » que dirige el misil hasta su objetivo gracias a un radar fijo instalado sobre la rampa.
Un grupo ya llevaba dos meses en Libia instruyéndose sobre este arma. Los libios dijeron que hacía falta un « escuadron técnico » para verificar el buen estado del misil antes de ir a la batalla. El Frente Polisario pensaba que para un arma tan sofisticado se necesitaba gente escolarizada. Asi, reunió a un grupo de 20 personas que tenian todos el bachiller. Alguno de ellos ni siquiera eran militares. Asi que nos encontramos con maestros como Salek Tayeb (hoy esta en la Media Luna Roja en Rabuni) y enfermeros como el « Indio » que hoy ejerce en el ministerio de Sanidad.
Embarcamos a bordo de remolques de transporte que traían ayuda humanitaria de Tripoli para los refugiados. Nada más llegar empezamos el aprentizaje. Para verificar el misil, los aparatos están en una caseta de madera instalada sobre un camion ruso de marca Zyl. Pero chocamos con que los libios se habían olvidado de cómo funcionan estos chismes. Tuvieron que traer otro grupo para enseñarnos. Al cabo de 5 meses, ya estábamos de vuelta para los campamentos. Alrededor de nosotros había mucho secreto para conseguir el efecto de sorpresa sobre el enemigo. Estuvimos varios meses cerca de Rabuni esperando a que el Polisario se decida a atacar.
Por fin, los primeros días de octubre de 1981 iniciamos el desplazamiento hacia el lugar del próximo ataque. El objetivo es Guelta Zemmour donde se ubicaba el 2° Regimiento de las FAR marroquies con más de 2600 hombres armados hasta los dientes. El material es tan pesado que tardamos diez días en recorrer una distancia, según Google, de 554 km. Nos acompañaba el entonces ministro de defensa, Brahim Ghali, en persona. La moral de la tropa dependía, en gran medida, de nosotros. El ataque estaba previsto para el 12 de Octubre con motivo del Dia de La Unidad saharaui, fecha en que los saharauis se encontraron en Ain Ben Tili en 1975 para proclamar que se unían bajo la bandera del Frente Polisario para luchar contra los nuevos invasores. El dia 11 de Octubre 1981, por la noche estábamos preparándonos cuando se produjo lo imprevisto. Salhi, un tipo musculoso que viene del Ministerio de Sanidad rompre la única pieza que tenemos para llenar el misil de aire comprimido. Aire indispensable para, una vez el misil lanwado, hacer funcionar un pequeño generador de corriente de 12 voltios que alimenta el sistema automático del misil y le permite seguir las instrucciones del radar de la rampa de lanzamiento.
De repente, todo se paró a causa de esta avería. Bachir Mustafa Sayed estaba presente y se puso muy furioso. Brahim Ghali mostró una paciencia que mereció nuestro respeto. Al día siguiente, 12 de Octubre, se resuelve el problema. Por la noche nos dirigimos a Guelta que está a unos 30 km de ahí. De madrugada, los marroquíes oyeron el ruido de los tanques que se acercaban. Avisaron a Rabat. El avion de reconocimiento marroquí, C-130, ya estaba ahí dando vueltas encima de la guarnición en espera de aue se vea algo porque todavía hacía oscuro. Su misión era localizar al enemigo y guíar a los aviones de combate. Nuestro primer misil lo derribó. Se dice que no quedó ni rastro de ese avión porque como es muy lento el misil lo atrapó de lleno. En Rabat, es el pánico total. De repente ya no tienen ninguna noticia del C-130 a pesar de que volaba a una altitud que las antiguas armas saharauis no alcanzaban.
Asím la batalla empezó en condiciones optimas para los combatientes saharauis que ya habían sido avisados de que no tienen que preocuparse por el peligro que viene de arriba. Presentían que un arma nuevo entraba en escena. Nada mas ver la « keychafa » (el C-130) caer un sentimiento indescriptible de invulnerabilidad se apoderó de ellos y cayeron sin piedad sobre el enemigo.
Cuatro horas después, la situación en la guarnición obligó al Estado Mayor marroquí a mandar dos aviones, un F-5 americano y un Mirage F-1 francés para « ver lo que pasaba ». Poco después de despegar de El Aaiun se enciende la alarma de radar en uno de los aviones. El piloto avisa a su colega. Este le dice que « es el radar de Smara ». En realidad es el nuestro cuyas ondas llegan hasta 350 km. Nada más llegar a Guelta, nuestro segundo misil despega en busca del F-5 y lo derrumba. Cae a unos 25 km de ahí. Uno de nuestros centinelas avisa que vió una humareda por esa dirección. Un coche sale en su busca y lo trae vivito y coleando. Mientras tanto, la batalla sigue en Guelta. Al anochecer, practicamente fue aniquilada. Mas de 230 prisioneros fueron capturados.